epílogo

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Camino rápidamente hacia detrás de los camerinos, esquivando a mis compañeros de equipo, que circulan con nerviosismo por detrás de escena

Cuando llego a un lugar silencioso y solitario, saco mi celular del bolsillo y, como prometí hacerlo, llamo a mi padre

Mientras espero su respuesta, me miro en un espejo de ahí y arreglo un poco mi cabello, que se encuentra más desordenado que lo habitual. Lo emparejo con mis manos y sonrío al ver la nueva camiseta que nos dieron, con el nuevo logo de la banda

El "crew" escrito en la espalda seguía allí, y me sentía demasiado afortunada al respecto

Saco mi vista del espejo al escuchar voces conocidas en el móvil y río, porque su cámara apunta hacia cualquier lado

-¡No los veo!- digo poniendo el celular más cerca de mí

-No se usar esto- murmura papá y siento las quejas de ella atrás

-Pablo, no es una calculadora- se burla Nia y él se queja, haciéndome reír

La pantalla se vuelve negra por unos segundos y luego los veo sonrientes, por lo que llego a descifrar, están en el café de mi amiga

-¡Hola, hijastra!- exclama y mi sonrisa se borra

-Atrevida- largo un bufido y ellos se ríen

-¿Cómo va todo? ¿No han salido aún?- pregunta mi padre

-Salen en quince, quería llamarlos antes de irme para el escenario- respondo- ¿Cómo están ustedes? Los extraño

-Nosotros a vos, tinita- contesta Estefanía- Cansados, por la mudanza, pero estamos bien

Si, mi amiga y mi padre se iban a mudar juntos

Todavía me parece extraño pero me estoy esforzando con ese tema...aunque ya hayan pasado cuatro años

Pero sí se lo preguntan, me niego, y me negaré, a decirle madrastra a Estefanía

-Lamento no estar allá para ayudarlos- me disculpo con lástima- Pero no falta nada para vernos

-Un día- dice Pablo y celebran- ¿Isaza viene contigo cuando termine la gira?

-No, va a la casa de sus padres en Bogotá y luego va a visitarnos en casa

La gira de Morat termina hoy, y aunque todos se muestren muy felices de poder descansar unos meses, somos conscientes de que cuando llegue la hora de despedirse, va a ser muy triste

Como cada final de gira

Me quedo unos minutos más hablando con ellos, hasta que siento un click a mis espaldas y veo a Isaza con la cámara instantánea entre sus manos. Niego sonriente y él camina a donde estoy yo para saludar al celular

-¡Buenas!- exclama abrazándome por la cintura

-¡Isa!- dice con alegría el de lentes

Hace un tiempo pensaba que mi papá odiaría a Juan Pablo, por tan solo meterse con su adorada hija

Pero hoy en día lo quiere más que a mí

-¿Cuándo vienen a Medellín?- le pregunta la de rulos

Típica pregunta

-Hola, Ni. Estoy bien, ¿Usted como está?- ríe Isaza

-Estoy perfecta cielo, gracias por preguntar- contesta con su usual ironía que nos divierte tanto

-Bueno, les vengo a robar a Agostina un rato, ya vamos a salir

-Buen concierto, chicos- nos desean y sonrío

Souvenir- Juan Pablo IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora