Con un mundo en contra; cuatro mujeres con distintos problemas, unirán fuerzas para enfrentar las adversidades y vencer las circunstancias del destino.
Historia original inspirada en la franquicia de telenovelas "VENCER" de Rosy Ocampo.
Datos:
-Hist...
"Creemos que el silencio nos puede servir de ayuda, cuando en realidad, también puede herirnos".
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Aun si ella trataba de aparentar ser fuerte, Tzuyu lidiaba con mantener oculto todo lo que le agobiaba con tal de poder proteger a las personas más importantes para ella.
Las cosas le resultaban mucho más preocupantes cada que pensaba en cómo sería el futuro de Chaeyoung y de Nayeon, pues tener a una persona como Jihyo siendo su enemiga era imposible de tolerar, sobre todo cuando estaba obligada a lidiar con todas sus amenazas y humillaciones, sin poder pedir ayuda.
Tzuyu recuerda muy bien cuándo fue que el problema comenzó.
[7 años atrás]
Ella cumplía con los labores de su local como cualquier otro día. Era de noche, y se encontraba afuera rumbo al callejón donde suele tirar la basura. Al darse la vuelta para regresar, notó a alguien observando desde el principio del callejón. Parecía ser una mujer.
Cuando trató de retroceder y salir por el otro lado, se detuvo al oír la voz de aquella mujer llamarla fuertemente, al mismo tiempo que se aproximaba. De inmediato supo que algo andaba mal, y más cuando descubrió que esa persona se trataba de Park Jihyo, la actual dueña de la ciudad.
—Chou Tzuyu... te estaba buscando.
Antes de poder hacer algo, Jihyo la detuvo y la obligó a quedarse quieta en donde estaba, asegurándose también de que alguien más no estuviera presenciando la escena.
—No te preocupes —indicó, mientras buscaba algo dentro de su saco—. ¿Tienes algo de tiempo?
Tzuyu guardó silencio, atemorizada. Su mirada estaba fija en la mano de Jihyo, tratando de averiguar qué buscaba.
—Probablemente no la conozcas... pero es muy probable que una mujer llamada Im Nayeon quiera buscar trabajo en tu local.
—¿Por qué me dices eso? —preguntó confundida.
Jihyo finalmente mostró su mano, sosteniendo un montón de billetes atados que ofrecería a Tzuyu.
—Lo único que tú tienes que hacer es negarle el trabajo. ¡Es sencillo! Esa mujer te insistirá mucho, rechaza su petición. Tendrás una recompensa por eso, ya que tu local se ve algo necesitado —dijo acercando los billetes a la cara de Tzuyu.
Pero algo de lo que Tzuyu estaba orgullosa era de los valores que ella tenía. Sus modales no le permitirían dejarse vender de esa manera. Ni siquiera conocía a esa tal Nayeon como para negarle trabajo solo por dinero.
