CAPÍTULO 11 "Un nuevo comienzo"

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"Es inevitable sentir miedo hacia lo que conlleva comenzar algo nuevo".

Habían pasado algunos minutos después de la visita de Park Jihyo, Dahyun había accedido a aceptar su ayuda para poder entrar a una escuela y estudiar

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Habían pasado algunos minutos después de la visita de Park Jihyo, Dahyun había accedido a aceptar su ayuda para poder entrar a una escuela y estudiar. No fue hasta este momento que comenzó a reflexionar acerca de su decisión luego de percatarse de lo preocupada que se hallaba tanto su amiga como la madre de esta.

—Estaba tan emocionada que solo pensé en decir "sí", pero ahora estoy un poco nerviosa —confesó—. ¿Ahora qué voy a hacer?

Justo en este momento se cuestionó cómo pudo aceptar tan fácilmente la propuesta de una persona desconocida, que a pesar de parecer cercana a Tzuyu, no lucía como una amiga suya. A todo esto, Dahyun se preguntaba quién era esa tal Park Jihyo.

—Bueno, puedo explicarte —habló Chaeyoung, sentada a un lado de su amiga—. Jihyo es la persona que gobierna esta ciudad. Es muy importante y a veces suele aparecer para ayudar a las personas en sus trabajos.

—¡Eso suena muy bien! Y no sabía que era amiga de tu mamá.

—Yo tampoco lo sabía.

En cuanto supo que se le mencionaba, Tzuyu hizo lo posible por no dirigir su mirada hacia las dos jóvenes y no involucrarse en su conversación. Ella jamás sería amiga de Jihyo. Agachó su cabeza mientras se alejaba de ellas.

Las dos estaban nuevamente solas en un silencio incómodo que evidenciaba lo nerviosa que se encontraba Chaeyoung, casi del mismo modo que su madre. Pero ahora debía estar más preocupada por asegurarse de que Dahyun estuviera lista para estudiar. La chica de piel pálida esperaba pacientemente por órdenes de su amiga, hasta que ella llegó con un cuaderno en manos y un plumón. Ambos útiles se llevaron la atención de Dahyun, la cual clavaba su mirada en estas con curiosidad.

—Vas a necesitar esto. —Chaeyoung sonreía mientras extendía sus manos hacía su amiga con el cuaderno y el plumón.

—¿Para mí? —Sostuvo con entusiasmo los útiles escolares y correspondió a Chaeyoung con una sonrisa brillante que lograría el mismo efecto que su regalo causó en Dahyun. La rubia estaba ruborizada—. ¡Gracias! Siempre me ayudas, algún día lo pagaré.

—N...no es necesario... —Cruzaba sus manos por detrás, moviéndose con ansias.

Lista o no, si podía contar siempre con la ayuda de su mejor amiga y compañera, Dahyun estaría más que feliz. Juraba que podía lanzarse a abrazarla, mas no sabía bien qué expresar en ese instante, tan solo una inmersa gratitud por su bondad.

Al día siguiente, tal y como se lo habían hecho saber, estaría recibiendo noticias acerca de su inscripción a la escuela de la mano de Jihyo. Quien le notificó de esto fue Chaeyoung una vez que fue a visitarla a la vecindad donde siempre se reúnen. Con ayuda de su madre pudieron ir a la institución donde más adelante estudiaría, siendo el lugar que llamaría la atención de Dahyun mientras se encaminaban hacia la oficina de los directivos. Justo en ese lugar, Jihyo esperaba por la llegada de las tres.

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