이십팔. real life

1K 138 250
                                    

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂


Ayaka era una persona a la que le gustaban las sorpresas, aunque prefería hacerlas si tenía la oportunidad de elegir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ayaka era una persona a la que le gustaban las sorpresas, aunque prefería hacerlas si tenía la oportunidad de elegir. Por eso no se había quejado cuando las perdidas le habían sorprendido con varios regalos en la cena que habían hecho, tampoco con los de Yerim y Yohan por mucho que hubiera dicho que no quería nada, porque en el fondo se lo esperaba, porque ella hubiera hecho lo mismo si hubiese estado en esa situación.

Pero tener a Changbin delante, el día de su cumpleaños, cuando había dicho que no quería ver a nadie y pasar todo el día con Ayame, y con un bonsái en la mano, la dejó sin palabras y descolocó por completo.

Podía pasar por alto que hubiera venido, creía recordar que le había mencionado a todo el mundo sus deseos, quizá a él se le había pasado, o simplemente no le había hecho caso, era el mejor amigo de Wooyoung, su primo si no fuera por lo apretada de su agenda también se hubiera presentado por sorpresa en su apartamento, pero que llevase ese regalo no.

Por qué de entre todas las posibilidades, objetos, ropa, bolsos... lo que quisiera comprarle, porque era fácil de acertar con ella, casi todo le gustaba, ¿había elegido eso?

—Feliz cumpleaños, Ayaka —la saludó con una gran sonrisa, de esas contagiosas, de las que le gustaban tanto ver en su rostro y que le alegraban el día—. Espero que no te importe que... —No siguió hablando, su expresión cambió por completo—. ¿Ayaka?

Tenía los ojos entrecerrados, apretó los labios y arrugó la frente mientras la miraba lleno de preocupación. ¿Tan evidente era para él su estado de ánimo? ¿Tan fácil veía a través de ella?

Changbinnie —murmuró con mucho esfuerzo la medio japonesa, intentando aparentar normalidad, como si no estuviera mirando el bonsái de reojo en todo momento, tragando saliva para aliviar el nudo en la garganta que se le había formado—. ¿Qué haces aquí?

Por la manera en la que siguió pendiente de su rostro, sin moverse, quedándose fuera del apartamento, ya que no había entrado, ni ella le había ofrecido que lo hiciera, era más que evidente que no se creyó que se estuviera comportando como si nada.

Silent Cry ― Seo ChangbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora