Forbidden love

Capítulo 21

Michael:

Tomó los botones de mi camiseta para abrirla por completo mientras yo sólo observé atentamente en cada uno de sus movimientos. Sin pedir permiso ambas manos las colocó sobre mi pecho sintiendo su fría y húmeda piel bajo mi pecho dándome ligeras caricias.

- Me vuelves loco. - Sisee después de un rato.

Continuó tocando cada parte de mi pecho y abdomen, disfrutando muchísimo de ello. Lo qué no pasé por alto fué que, conforme más tocaba mi piel, más crecía algo dentro de mí.

- Quiero hacerte el amor hasta el cansancio. - confesé.

Ella rió haciendo que sus mejillas cambiaran de color. - Eché de menos estár así contigo..

- ¿Me echaste de menos?

Con una sonrisita me dijo. - Mucho.

Acercó su rostro hasta mí y besó mis labios, no fué uno duradero, tampoco uno donde nuestra piel chocaran de una manera pegajosa. Fué sólo uno suave, sin ruido y lento. Un beso dónde ella cierra los ojos y tú puedes mirar como las venas de sus párpados se hacen notables, donde sus pestañas se erizan y su nariz choca con la tuya.

- Te amo. - murmure mirándole y ella me miró dejando su mirada fijos en mis ojos. - Más de lo que creía que podía llegar a amar.

- Tú eres la única razón más grande para que yo.. aún siga de pie. - confesó.

Esbocé una sonrisa y dejó caer su cabeza contra mí pecho.

- Eres lo más importante qué tengo en mi vida y no quiero perderte Michael. Te amo más que nada en el mundo y me aterra con sólo pensar que no podría vivir sin ti. Siempre soñé este momento, siempre desee tanto en estár entre tus brazos, desee que fueras mío, desee poder hacerte feliz y hacer que olvides todo lo malo qué te ha causado, ser yo la razón de tu felicidad, resolver tus problemas, cuídarte y protegerte. Hacer que vuelvas hacer el hombre qué eras antes..

Mordí mis labios al escuchar las palabras de mi chica dejándome sin aliento, no podia creer lo qué me había dicho esta mujer, estoy perdido y tengo que decir que esta mujer me tiene totalmente domado. Me prometí a mi mismo que jamás volvería a ocurrirme, volverme a enamorar de ésta manera y una manera tan estúpida que ni yo mismo entendía lo que sentía por ésta chica, el amor que siento por ella es demasiado grande que comienza asustarme. Ni siquiera lo había sentido por Diana, y eso que ella fué mi más grande amor de casi toda mi vida, ni siquiera de mi ex esposa Lisa, la mujer que llegué a pensar que era el amor de mi vida pero me dí cuenta lo equivocado que estaba con él tiempo, la amé demasiado, la adore hasta el punto de sentir qué no iba poder sobrevivir sin ella, si no regresaba a mi lado cometería una locura con tal que ella volviera a mí.

Pero ésta mujer..

Mierda..

No, no sé que me sucede...

Ni yo mismo encuentro las palabras adecuadas para explicar lo qué siento por ésta mujer.

Cogí su mentón con mis pulgares y subí su mirada, pasé mis nudillos por todo su rostro y su cuerpo se erizo al sentir mi contacto en su piel. Volví a tomar su mentón y me dirigí a su boca para atrapar sus labios.

Le di un beso lento, de esos besos fluidos y cómodos, necesitaba sentirla y disfrutar cada maldito segundo de mi vida disfrutando de sus labios. Mi mano se entrelazo en su cabello para acercarla más a mis labios. El beso se convirtió en un beso brusco e intenté de no dañarla, marqué el ritmo a mi modo, salvaje y feroz.

Mi mente se nubló por completo, ella me sigue el ritmo devorando mis labios con ferocidad, ya no podíamos más con esa tentación, ya no importaba absolutamente nada lo único que quería era devorar sus labios. Estábamos en la misma sincronía, había una gran conexión y deseo. Sus brazos rodearon mi cuello para acercarme más a ella, yo bajé mis manos lentamente a su cintura y la pegué más a mi cuerpo.