Capítulo 55

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En ese mismo día como quedamos mi nena visitó al médico cómo se lo pedí, ella fué a ver a su tío abuelo ya qué era el médico de la familia. Ella le contó a su tío lo qué le estaba sucediendo a su cuerpo, también le dijo que no presentaba ningún síntoma así qué decidió hacerle algunos exámenes para saber si ella estaba esperando un hijo mío de nuevo.

Sentado en uno de los tantos asientos mordiendome las uñas en espera de los resultados hasta que su tío abuelo nos llamó y fuimos con él con rapidez para saber las noticias qué nos tendría.

- Bien, tomen asiento.

Ambos tomamos asiento mientras el saca los resultados de los exámenes, se coloca los lentes para leer mejor y yo no puedo dejar de observarlo, subió la mirada mirándonos a ambos.

- En efecto, usted está nuevamente embarazada. - casi me caigo de culo al escuchar eso.

- ¿En serio? - habla mi mujer con una voz bastante chillona. - Pero.. n.. no he pre.. presenciado ningún síntoma. - habla con torpeza ya qué se encontraba nerviosa y alterada.

- Aveces suele suceder, aveces no se presentan síntomas.

- ¿Cuántos meses de embarazo tiene mi mujer doctor? - pregunté curioso.

- Tiene un mes y medio de embarazo.

Tape mi boca ya qué no podía creer que me estuviera sucediendo esto de nuevo, voy a ser papá otra vez, voy hacer papá, Alejandra me daría un hijo más sin replicar, ella fue lo mejor que me pudo haber sucedido, me da los hijos que quiero, me ama por ser quién soy, no me juzga y menos me critica, no hay peleas y menos gritos, soy completamente feliz a su lado por fin encontré la felicidad y encontré el amor, supe lo que era amar y que me amen. Nunca había experimentado eso, que alguien me acepté totalmente, pase lo que pase y pensé que nunca llegaría a sucederme, cualquier parte en dónde iba terminarían reconociendome y necesitaba a alguien que no lo hiciera para así poder enamorarla, que ella se enamorara de mí por mis sentimientos y no por mi nombre, hasta que la encontré a ella, a María Alejandra no sé donde estuvo todo en este tiempo de mi vida.

Regresamos a su apartamento sin dirigirnos ni una sola palabra por mi estado de snock, tratando de asimilar qué volvería ser padre por quinta vez cómo siempre soñé con tener una familia numerosa.

- ¿Estás bien? - me pregunta ella al momento de dejar su bolso sobre la mesa.

Sólo pude afirmar con la cabeza mojando mis labios sin darle una mirada.

- ¿Estás molesto conmigo porqué estoy esperando un hijo tuyo de nuevo?

Tuve qué parpadear varias veces ante su pregunta juntando mis ceños totalmente fruncidos mirándola muy mal.

- ¿Qué? - escupi la pregunta con enfado ya que me sentía ofendido.

- Sí.. Es decir.. No me has dirigido la palabra desde qué salimos del hospital.

Apoyé mis manos sobre la mesa para que ella pudiera aguantar mi peso, trague saliva y ahí estaba ese maldito nudo sobre mi garganta, tengo unas inmensas ganas de llorar hasta qué me duela la cabeza y me quede sin aliento.

- Alejandra.. Por favor, no vuelvas a decirme eso.. - susurre molesto.

- Lo siento.. Lo dije sin pensarlo, fué algo qué se me vino a la cabeza y lo dije. No me has dicho nada ante la noticia que nos dieron y pensé qué quizá estabas molesto o no te alegro la noticia.. - achine los ojos y negué con la cabeza. - Ni yo se qué es lo qué digo, sólo digo y hago estupideces perdoname.

Dejé de apoyarme sobre la mesa y me acerqué a ella, tomé su cabeza y la acerqué a mi boca para besarla cómo quería, consumí sus labios cómo un maldito adicto y ella intentó seguirme el ritmo pero ante mí inexistencia le era imposible seguirme el ritmo. Al dejar sus labios apoyé mi frente contra la suya aferrandome con fuerza, no sé en qué momento comencé a llorar ya que mis lágrimas humeden completamente mis mejillas.

Forbidden loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora