Lista de Deseos

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De todas las alternativas que tenían jamás pensaron que fuera esa, o no lo tomaron en serio. Pero ahí estaban, viendo al cenizo dar una flor.

...

Hace tiempo que notaron un cambio en la actitud del heredero de Draenia; sus ataques de ira habían disminuido, se le veía mas pensativo, se ausentaba por ratos ¡y hasta llamó "madre" a la reina Mitsuki!, algo definitivamente estaba ocasionando estos cambios en aquel príncipe gruñón.

O alguien.

Se pusieron a investigar inmediatamente y después de algunas preguntas al peliceniza -que respondió vagamente- y observarlo mejor pensaron en posibles cosas que podían haber pasado para que este así.

Uno, una bruja le había echado una maldición que le bajaba los humos.

Dos, el príncipe se había dado un buen golpe en la cabeza que le dejó atontado.

Tres, estaba madurando.

Cuatro, era un impostor, ese no era el príncipe.

Cinco, el príncipe enamorado. 

El príncipe... ¿enamorado?

— PFF JAJAJA NO, IMPOSIBLE —Kaminari estalló en risas cuando leyó la quinta alternativa— No puedo- jaja ¡no puedo imaginármelo!

— B-bueno si y-yo tampoco —Kirishima estaba que se aguantaba la risa, no debían reírse del príncipe. Tomó aire para calmarse— pero ojalá fuera así

— Si... pero me pregunto quien podría ser, claro si en verdad esta enamorado.

Kirishima vio como una cabellera ceniza se perdía en el bosque— Ya se va... ¡vamos! —jaló al rubio del brazo para empezar a seguir al cenizo.

La reina Mitsuki les había encargado descubrir que era lo que le pasaba a su hijo, como preguntando no consiguieron nada ahora lo iban a seguir.

Caminaron mucho, pero la resistencia física de los habitantes de Draenia era muy buena -ni hablar de la de un dragón-, llegaron a un campo de flores. El cenizo se paseó por el campo con una mirada analizadora y terminó por agarrar una dalia rosa.

Si mal no recuerdan la dalia rosa significaba...

El príncipe se internó otra ves en el bosque y su paso se volvió más rápido. Lo siguieron.

— Oye Kaminari —dijo en un susurro el dragón— tal ves...

— Shh

Cuando el cenizo se detuvo se dieron cuenta que esas no eran las tierras de Draenia, era el reino que tenía gran parte de sus tierras cubiertas de nieve aunque en la parte que limitaba con Draenia -la cual era donde estaban- era muy cálido, parecía como si hubieran hecho un hechizo sobre un área para que nunca deje de nevar, ese era el reino de Helagerfia, al sur. 

Y ahí estaban. Viendo como le entregaba la dalia rosa a un peliverde pecoso con ojos esmeralda resplandecientes. Los ojos rubí del cenizo brillaban como nunca al ver a la persona que amaba, con las palabras que no decía representadas en la flor.

"Voy a intentar hacerte siempre feliz"

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Porque la inspiración llego y aquí estoy otra ves.

La verdad me gusto mucho como quedó la portada, créditos al respectivo autor de la imagen.

Tratare que los capítulos sean largos.

Y por cierto, no hay lemon, sorry

Bai

PD: El UA zoo ya terminó solo me olvide avisar jeje.