Lista de Deseos

05

Y ahí estaba otra vez, volando en dragón junto al cenizo. Salir no estaba planeado para hoy, sin embargo, unos planes a último momento tampoco estaba mal, más aun si con eso cumpliría otro de sus deseos.

Hace 15 minutos

Caminando por el bosque de Helagerfia estaban un cenizo y un peliverde, este último buscaba abastecerse de ingredientes para su tienda y trabajos futuros que le encargaran, el cenizo lo acompañaba.

Izuku iba tachando en una hoja cada que encontraba lo que necesitaba. Estaba tan concentrado que ni hablaba.

Katsuki quiso tentar su concentración.

— ¿Deku, esa no es una planta venenosa?

— Hm...

— Parece que va a haber tormenta

— Si...

— ¿Me creerías si te digo que hay un huevo de dragón aquí?

— Luego Kacchan

¿"Luego"? Vaya, si que estaba concentrado.

— Deku mira, un hada

— Ya tengo polvo de hada

— ¿Deku vamos a Kinkōya?

— Cuando termine...

Katsuki sonrió satisfecho y guardó silencio esperando a que terminara, fue entonces que se lo recordó y Deku no pudo negarse.

Tomó su mochila y cerró bien su casa antes de irse, como medida de prevención adicional Katsuki echó un encantamiento de protección a esta. Un pitido del silbato y ya estaban encima de Kirishima otra vez.

Actualmente

La vista que tenía Izuku desde las alturas era la de un desierto, se podían ver dunas por todas partes, ni rastro de agua se había y el calor seguro era sofocante pero como estaba volando a gran velocidad no lo sentía mucho.

Kinkōya es el reino con la menor cantidad de habitantes, esto se debe a que muchos morían del calor y falta de alimento y deshidratación. La mayor parte de ese es arena, aunque una parte tiene nieve —antes era parte de los territorios de las brujas de hielo—, un clima muy extraño.

Para evitar la muerte de más personas, la anterior reina de Kinkōya propuso construir murallas alrededor de la población, un reino fortificado. Y así se hizo, solo que no en todo el reino, en medio de todo el desierto, se puede ver el pueblo fortificado de Kinkōya, el único, este tiene un encantamiento que regula el clima dentro de las murallas, un grupo de hechiceros muy habilidosos se encargan de este junto a la reina actual: Umiko Hatsume.

El reino de Kinkōya no tiene campos de cultivo, sin embargo tiene muchos minerales los cuales exportan a los demás reinos, en especial a Nofuto, que a cambio de estos les dan alimentos. El agua lo sacan de la parte nevada que les pertenece, gracias a un invento de los reyes actuales, esta llega con más facilidad.

Cuando Izuku divisó el pueblo fortificado, Eijiro comenzó a descender lentamente para que así el aterrizaje no sea tan brusco. Aterrizaron delante de la puerta de fortificación.

Bajaron del dragón y un hombre de cabello negro con armadura de cuero simple se les acercó para recibirlos.

— ¡Hey que tal, bienvenidos al-!

— ¿Sero? ¿Qué haces aquí? —preguntó asombrado Eijiro quien ya se había transformado a su forma humana.

— ¿Kirishima? ¡Ohh! ¡Y su majes-! digo, su alteza Katsuki Bakugo —dijo con algo de sorna.