Capítulo 15

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–¿Te gusta las citas, Ash?– Preguntó Luke cuando escucho la puerta principal cerrarse. Tomaría esta oportunidad o no tendría otra. Ashton lo miró con una ceja alzada y una sonrisa entretenida.

–¿Estas invitándome a una cita?– Ashton soltó una risa ante el rosado de las mejillas de Luke, pero no era de burla, no podría ser de burla. Ashton simplemente lo encontraba adorable y eso lo volvía loco.

–Me refería a una frase.– Aclaró con una risa nerviosa, sintiéndose ahora un poco torpe. –Si quisieras que yo te dijera una.

Luke le dio un vistazo a Liam al escuchar un pequeño suspiro, de esos que haces cuando estás en un sueño profundo y algo ocurre. No pudo evitar pensar en lo que Niall dijo sobre él y Liam siendo una buena pareja.

Pensó que tal vez sí. Ambos estaban jodidos en ese momento y sí, podría ser. Tan solo si se hubieran conocido en otras instancias, si Liam no estuviera atado a Zayn todavía y si Luke no suspirara por aquellos ojos avellana que lo miraban con un brillo desconocido para él.

–Estaría encantado de escucharte.– Dijo Ashton con una sonrisa dulce, dejando la computadora de lado para prestale toda su atención.

Luke no sabía cómo manejar eso, que a veces Ashton se sintiera tan ageno a él, tan jodidamente distante. Pero entonces, cuando estaban solos lo miraba como si él fuese todo lo que quisiera. Ashton ya era todo lo que Luke quería.

Suspiró y las palabras comenzaron a salir.

"¿Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal?

Una lluvia tenue de nieve cubría la arena de la playa, el aire gélido abrazaba nuestros cuerpos y enrojecía nuestras narices y mejillas. El sonido vibrante de nuestras risas combinado con el de las olas de mar chocando entre sí, salpicando la orilla y llevándose la manta blanquecina consigo.

Veía con amor a mi hombre de piel morena y ojos como dos gotas de miel, con mechones de cabello negro asomados bajo su gorro y un abrigo enorme que limitaba sus movimientos y lo volvía menos ágil al tratar de escapar de mí.

Lo perseguía con menos gracia mientras moldeaba bolas de nieve y se las arrojaba. Una de ellas logró hacerlo tropezar. Me apresuré y ne lancé a la nieve para sugetar su pie, haciendo que se tambaleara y tuviera que poner sus manos sobre la nieve para no caer de nuevo.

Zayn solo sonreía, atrayéndome a él y robándome el aliento con su cercanía, pero una vez más, al más mínimo roce, desapareció.

...Al mundo olvida y el mundo la olvidó...

Luces neones brillantes y decoraciones estratégicamente colocadas para que toda la calle pareciera sacada de una película de terror. Los niños acompañados por sus padres, tocaban de puerta en puerta para recibir dulces y los jóvenes corrían por las calles con sus amigos en busca de problemas.

Harry, autoproclamado como el mejor vestido, era el Sombrerero Loco, con un maquillaje impecable y una sonrisa maníaca. Louis era el joven manos de tijeras y le preocupaba tener que usar el baño. Zayn era Sweeney Todd, totalmente desalineado y de algún modo simplemente perfecto. Yo era Jack Sparrow, con una peluca que me picaba la cabeza y delineador negro alrededor de los ojos.

...El eterno resplandor de la mente inmaculada...

Solo tenía ojos para él y él solo tenía ojos para mí. No nos importaba nada más a nuestro al rededor o la ropa que teníamos puesta. No importaban los gritos de los niños o las risas de Louis y Harry.

La luz amarilla iluminaba su rostro y era hermoso. Me seguía preguntando cada día cómo era posible que yo lo pudiera llamar mío. Entonces la luz se volvió roja y mi mano que acariciaba gentilmente su mejilla, quedó flotando en su repentina ausencia.

Red Dreams With Yellow Hints Donde viven las historias. Descúbrelo ahora