ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕍𝕀𝕀𝕀

9 1 0
                                    

·•· ·†· ·•·

𝕭𝖗𝖔𝖙𝖍𝖊𝖗 𝖔𝖗 𝖘𝖎𝖘𝖙𝖊𝖗 𝖆𝖓𝖉 𝖆𝖓 𝖊𝖌𝖌

·•· ·†· ·•·

Los días iban pasando fríos, pero rápidos. Después de la noche que se despidió de su padre, Enya se mantuvo ocupada para poder distraerse de lo sucedido, y poder disfrutar de lo que tenía en vez de añorar el pasado, además era verdad de que no le faltaban cosas. Su relación con Hagrid se hizo mucho más estrecha (si es que eso era posible). Ahora que tenía que dormir con él, se quedaban hasta tarde conversando y jugando entre ellos, preparaban postres y de vez en cuando salían hasta la orilla del bosque para apreciar el cielo nocturno y escuchar las maravillas que se encontraban entre la arboleda.

Debían de faltar menos de tres meses para que los alumnos dieran sus exámenes para pasar de curso, las cartas de Hermione iban llegando con lapsos más largos de lo habitual, Enya supuso que estaba demasiado ocupada estudiando y a ella no le molestaba, todos estos meses conociendo a la gryffindor supo de antemano que los estudios eran una parte fundamental de su vida; lo aceptaba y apoyaba.

Por otro lado, los entrenamientos de los gytrash estaban avanzando de manera espectacular, Fare había tomado el mando de la manada y sus hermanos la reconocían como su alfa. Lo que más cambió en torno a sus retoños, es que ya no eran sus "pequeños" retoños. Los gytrash ya habían sobrepasado la altura de su cadera, y todavía les quedaba medio año más para crecer.

Para su sorpresa, Perill era el más grande de la manada a pesar de ser el más joven. Además del más revoltoso. Durante sus entrenamientos, él intentaba ganarse toda la atención y cariño por parte de la pelinegra, y su manera de tenerlos era empujándola con su cuerpo y echarse al suelo mostrando la barriga mientras hacía un extraño y adorable baile. Funcionaba.

Esa noche el ambiente estaba tranquilo y despejado. El bosque no tenía una apariencia terrorífica como sucedía la mayoría de las veces, se podía ver a la perfección las raíces que sobresalen del suelo, las delicadas y silvestres flores, el musgo en las rocas de gran tamaño y el vaivén de las ramas de los árboles ante las fuertes brisas. Enya se encontraba en un pequeño claro junto a la manada de gytrash, disfrutando del corto tiempo que les quedaba antes de que ella tuviera que regresar a la cabaña de Hagrid. Estaban acostados en el húmedo y frío césped, descansando después de haber corrido por los alrededores y atrapado un par de conejos para cada uno de los caninos.

La frescura de esa noche era agradable, sobre todo cuando se está rodeado de tres perros gigantes y bien peludos. Enya mantenía sus ojos abiertos viendo el hermoso cielo estrellado, viajando desde la constelación de Orión y Bellatrix, a la constelación del perro y Sirius y finalizando en la constelación del dragón que se encontraba entre la Osa Mayor y la Osa Menor.

Su leve y limitado momento de paz se vio interrumpido cuando los gytrashs, que se encontraban tranquilamente acostados en la hierba, levantaron sus cabezas y gruñeron a un mismo lugar, Fare se irguió de las primeras y se puso de manera protectora entre el extraño y Enya, la cual rápidamente se puso en cuclillas lista para correr, o atacar, si era necesario. Pero al ver la frondosa cabellera y la descomunal altura de Hagrid, no supo si sentir alivio o miedo; ver el ceño fruncido hacia ella no era algo común.

— A la cabaña. Ahora.

La voz de Hagrid sonó dura y demandante, hasta podría decirse que hostil, y eso no les gustó a los gytrashs. Los perros comenzaron a mostrar sus colmillos y a hacer sonidos guturales para demostrar lo peligrosos que eran, pero a la percepción de Hagrid no eran más que unos pequeños e inofensivos cachorros. Enya, entendiendo que de ahí no saldría sin una reprimenda, caminó hacia los animales y acarició sus lomos para que se tranquilizaran, evidenciando que Hagrid no era una amenaza. El semblante de Hagrid se suavizó y miro con orgullo a Enya. La manada apaciguó sus amenazas y se acercaron lentamente al semigigante con una mezcla de respeto y curiosidad, mientras movían de forma inquieta sus colas bifurcadas.

The Runes Of Life & Fire [Golden Trio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora