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𝕱𝖑𝖚𝖋𝖋𝖞 𝖆𝖓𝖉 𝖆 𝖓𝖊𝖜 𝖋𝖗𝖎𝖊𝖓𝖉
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La muchacha se encontraba en completo silencio mirando como las flamas que calentaban la cabaña de Hagrid danzaban ajenas a todo lo sucedido. Se encontraba más tranquila después de haber comido una porción de tortilla de vegetales y su usual té de alhelí.
Miró por la ventana y visualizó que las luces en el castillo estaban más tenues, lo que indicaba que los alumnos ya deberían de estar en sus respectivas casas y muy probable es que hasta los prefectos estuvieran terminando sus rondas. No se preguntó en qué momento habían pasado tantas horas sin notarlo, realmente no le era relevante en esos momentos, sus pensamientos estaban en ese ser oscuro y deseando que Hagrid no se lo encontrara. Suspiró.
—No sacas nada preocupándote, él es la persona más fuerte y genial que conoces, — se dijo a sí misma intentando convencerse— él nunca te dejaría sola... Nunca.
Cerró con fuerza sus ojos y respiró profundamente, esperando que los malos pensamientos se fueran. De alguna forma, logró quitar toda tensión en su cuerpo después de botar todo el aire retenido; ya estaba lista. Revisó su reloj, marcaba las doce menos quince minutos. Se levantó dejando el plato y la taza (que tenía la oreja rota), en el improvisado lavaplatos; los lavaría cuando regresara de su última tarea del día.
Y sin más, fue a adentrarse al colegio de Magia y Hechicería.
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—Muchísimas gracias Peeves, — la pelinegra hablaba a susurros con él, mantenía la mitad de su cuerpo dentro de la sala para tener tranquilo a Fluffy, el gigante canino estaba demandando cariño por parte de la chica, le restregaba una cabeza contra las piernas de la chica para luego hacerla con las otras, iban turnándose — no sé qué haría sin ti.
La sonrisa del poltergeist no podía ser más de autosuficiencia, y con una no tan sutil reverencia, desapareció dejando el sonido de los cascabeles haciendo eco por todo el pasillo.
La chica rió por lo bajo y cerró la puerta, el candado que se encontraba abierto y flotando al lado de la puerta se posicionó y con un fuerte "clic" ya se encontraba cerrado. Al escuchar como ya estaba todo en posición, felizmente se dedicó a consentir al cancerbero, con tantos cariños y rascadas de panza que él quisiera. Mientras más tranquilo y cansado estuviera, más fácil sería cepillarle los dientes sin que quisiera lamerle la cara.
Ya casi finalizando el aseo bucal de la última cabeza del canino, Enya escuchó como al otro lado de la puerta intentaron forzarla. El pánico inundó su cuerpo al ver cómo la puerta cedía ante el hechizo de apertura. Tomó rápidamente el balde con el cepillo y se escondió detrás de la pata trasera izquierda de Fluffy, la única cabeza despierta siguió con la mirada a la chica algo confundido, sin percatarse de la presencia de cuatro Gryffindors, o por lo menos hasta que estos comenzaron a hablar.
El resto de las cabezas se fueron levantando somnolientas y algo desorientadas ante la visita inesperada, pero no tardaron en mostrar sus ahora grandes y temibles dientes blanquecinos, con una pequeña cantidad de espuma en las comisuras de sus bocas, la cual los hacía ver más violentos.
Enya se mantenía agazapada contra Fluffy esperando y deseando con todas sus fuerzas no ser parte de la masacre de unos niños, o peor, que la descubrieran.
Para la suerte de la joven, los niños alcanzaron a escapar ilesos del temible encuentro con Fluffy. Enya esperó unos segundos más para asegurarse de que ya era prudente salir de su escondite.
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The Runes Of Life & Fire [Golden Trio]
Fiksi Penggemar«Las llamas del destino bailan en sus ojos. Una marca de infinidad tallada en su pecho. Y un oscuro rastro de odio se aferra a su cuerpo... Vida y Muerte anidan en ella. Ella no flaqueara. Ella es equilibrio.» ‡†‡†‡★‡†‡†...