The Runes Of Life & Fire [Golden Trio]

ℂ𝕙𝕒𝕡𝕥𝕖𝕣 𝕀𝕀𝕀

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𝕴'𝖒 𝖓𝖔𝖙 𝖘𝖈𝖆𝖗𝖊 𝖆𝖓𝖉 ...𝕴 𝖉𝖔!

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𝐄𝐧𝐲𝐚 𝐏𝐨𝐕

El fuerte oleaje y el golpeteo estridente de las gotas en las ventanas y paredes de la cabaña no eran suficientes para apaciguar los gritos coléricos de Hagrid.

El paisaje frente a mis ojos era precioso, a su manera.

Oscura y salvaje,
pero a la vez
profundo y demandante.

Como lenguas de fuego azul, frías y rabiosas, danzando bajo el cielo nocturno, compitiendo por la atención del que mirase, alentadas por el gélido aliento del mundo y decoradas por brillantes lágrimas cual lluvia de estrellas.

¿Yo también estoy siendo decorada por estrellas? ¿Estrellas más luminosas que mis ojos de fuego? ¿Estrellas que destaquen más que la tinta que cubre mi cuerpo?

Había dejado de llorar, o eso creo, no podía diferenciar mis lágrimas de las gotas de lluvia. Cabello y ropa se pegaban a mi cuerpo, era agradable, no sentía frío. Desde hace seis años que no lo hacía.

Hagrid.

Sonreí, y cómo no hacerlo. Es la persona que me ha dado más amor y afecto que cualquier otra. Es el que quitó las nubes y me mostró el sol cuando la tristeza inundó mi alma. El que me enseñó a amar a las criaturas.

—No son malas, son incomprendidas... son como nosotros.

Ambos fuimos marginados por lo que somos. Por como los otros nos catalogan.

Pero no los odio, no puedo. Simplemente no nos conocen, no de la manera correcta.

Miré mi mano derecha. No me conocen. Removí el broche plateado y me lo quité. Garras en lugar de uñas; desde las puntas hasta la muñeca, sin omitir ningún lugar, teñida de un oscuro abismo, como el petróleo, como el océano que se extiende frente a mis ojos.

Escuché el crujir de la puerta y escondí rápidamente mi "monstruosidad" en el bolsillo de mi abrigo de cuero. Giré mi cabeza para ver a Hagrid, pero otra vez me encontré con esos ojos verdes tan inocentes. Pude notar en la cara de Harry que no sabía qué hacer, ni a dónde mirar. Me pareció tierno. Cuando tuvo el valor de mirarme a los ojos le sonreí, aunque por dentro miles de Snidgets Dorados volaban chocando entre sí en mi estómago, y en mi mente, un Kappa me incitaba a tirarme al agua. Estoy nerviosa, la mayoría de los magos y brujas evitaban mi mirada por un estúpido rumor que se extendió en la comunidad mágica, los únicos con los que mantenía contacto era Hagrid, Dumbledore, Peeves y las criaturas mágicas. Dos magos, un Poltergeist y animales con los que no puedes entablar una conversación sin inventar en tu mente sus respuestas. No era como si no tuviera amigos... Además, en el Caldero Chorreante no necesito taparme los ojos, según Hagrid los clientes regulares me aman... pero no era la misma situación. Creo que estoy pensando demasiado en las cosas.

Definitivamente estoy muy nerviosa.

—C-creo que son bonitos— ¿Qué? — Tus ojos... — claramente podía apreciar su duda por todo el rostro— son cálidos y... Lo siento si creíste que te tenía miedo, estoy recién digiriendo todo esto de la magia, no sabía cómo reaccionar... — hizo una pausa para secar sus lentes, o bueno, intentar, no podía secar mucho si sus mangas estaban más mojadas que los propios lentes— Sería tonto tenerle miedo a alguien tan amable como tú.