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Aether odiaba las matemáticas.

Probablemente nunca le gustarían porque no las entendía, le confundía un montón ver letras y números juntos. ¿Por qué alguien pensaría que era buena idea mezclarlos? Nunca sabrá la razón y definitivamente él no quería buscar más respuestas, a penas podía responder correctamente su examen de álgebra.

Suspiró derrotado.

Voy a reprobar, pensó mientras pequeñas lágrimas caían de sus ojos y gimoteaba en un tono moderado para no distraer al resto de sus compañeros. Igualmente estaban muy sumidos realizando el examen para prestarle atención a la agobiada aura que emitía el rubio.

Escuchó una leve tos a su lado y giró su cabeza encontrándose con unos rasgados ojos dorados que lo miraban fijamente.

Xiao, su compañero de banco y conocido entre varios del instituto no solamente por su increíble atractivo sino también por ser uno de los jugadores de básquetbol del equipo. Era realmente curioso porque era el más pequeño del equipo, le sacaba unos cuantos centímetros al rubio pero no se notaba demasiado.

Habían muchos rumores acerca de él, tales como que era un delincuente por los múltiples tatuajes que tenía en sus brazos y por el piercing de su ceja izquierda, también rumores desde que era un fuckboy hasta un ex convicto. Sin embargo, el rubio no creía ninguno de ellos. Era imposible que alguien tan callado y absorto en su mundo fuera algo como eso, igualmente no ponía las manos al fuego por él. ¿Quién sabe? quizás es todo eso o algo peor.

Aether frunció el ceño al ver que éste llamaba su atención y le miraba, rara vez le dirigía la mirada o siquiera le respondía. La primera vez que se sentaron juntos intentó conversar con él, incluso bromeó acerca de lo divertido que era ver al profesor de historia intentar ser gracioso cuando contaba sucesos históricos como si fueran chismes de señoras cuarentonas. Xiao ni siquiera sonrió, solo pestañeó y volvió dirigir su mirada al cuaderno abierto en su mesa. Desde ese día intuyó que posiblemente el rubio no le caía bien y no quería molestarlo con su presencia así que se quedó callado por lo que restaba de semestre sintiéndose terriblemente patético al ser ignorado de esa forma.

—¿Qué pasa? —preguntó el rubio en un susurro apenas audible.

Xiao no respondió simplemente señaló a su mesa, mostrándole la hoja de su examen dejando atónito al otro muchacho.

¿Qué rayos?

Aether parpadeó rápidamente tratando de aclarar su vista, dirigió su pequeño puño a uno de sus ojos para refregárselo. Entonces volvió a mirarlo, Xiao seguía teniendo la misma cara seria mientras lo miraba fijamente y seguía con sus ojos cada acción que realizaba el rubio con una ceja alzada.

—¿Estás hablando en serio? —moduló Aether lentamente para que le entendiera. —¿Me estás dejando copiarme de tu examen?

El pelinegro simplemente asintió y miró al profesor que estaba sentado en el escritorio, apenas se mantenía despierto. Sostenía su cabeza con su brazo izquierdo y el otro sostenía un lápiz pretendiendo escribir algo. Con los ojos cerrados, pero escribiendo.

—Hazlo rápido.

Por primera vez le había escuchado hablarle directamente a él. Aether se estremeció pero sin siquiera pensarlo empezó a copiar absolutamente todo, cambiando algunas cosas para no hacer evidente que se había copiado. Podía ser un inútil en matemáticas pero no era un tonto.

En tiempo récord terminó de traspasar todo a su propio examen cuando sonó el timbre que indicaba el receso y por ende, el fin del examen. Rápidamente todo el mundo se levantó para entregarle las hojas al profesor provocando un caos en el salón y causando que el rubio fuera el último en entregar.

Caminó a su asiento buscando a Xiao, pero éste había desaparecido del salón y de su vista. Suspiró frustrado, quería agradecerle y preguntarle si quería algo a cambio. Aether no quería que pensara que era un aprovechado, aunque él no le pidió ayuda se sentía mal por haberse copiado y no haberle agradecido. Se maldijo por haber sido tan lento y dejar que se fuera primero.

Comenzó a ordenar sus múltiples lápices que había dejado desparramados alrededor de la mesa, al parecer su cerebro había olvidado que su examen era de matemáticas y no de artes visuales. Aún así, le gustaba mucho colorear y escribir con diversos colores. Los maestros desde que lo tuvieron en su clase por primera vez le llamaron la atención por el uso excesivo de diferentes lápices en una sola hoja, pero nunca pudieron impedir que dejara de usarlos así que dejaron de quejarse.

Aether amaba los colores y dibujar, desde que tiene uso de memoria siempre lo ha hecho y se siente vacío sin ver color en las desangeladas páginas blancas con tinta negra, sin ningún ápice de color.

Una vez terminó de ordenar sus cosas, tomó su bolsa y la colgó en su hombro mientras se despedía sonriente del profesor deseándole un buen fin de semana.

Recordó que hoy se iría con su hermana Lumine, así que caminó hasta la salida para encontrarse con ella y pedirle que le espere unos minutos.

Su hermana con quien a pesar de poseer un gran parentesco, pues eran gemelos, eran totalmente opuestos. Por esa misma razón, no eran tan unidos como se creía que eran las personas gemelas, en su caso era lo contrario. Aether recuerda que cuando eran niños fueron inseparables, pero a medida que crecían y la pubertad llegó ambos comenzaron a alejarse, sumidos en sí mismos hasta que a penas conversaban y compartían cosas como solían hacer durante sus primeros años de vida.

—¡Sora! —escuchó la voz de su hermana gritar su nombre de pila que únicamente su familia usaba para referirse a él.

Aether apuró el paso y levantó la vista, quedándose atónito a lo que veían sus ojos. No era nadie más que aquella persona que quería buscar para agradecerle.

Xiao estaba justo al lado de su hermana mientras ésta estaba agarraba a su brazo.

Su hermana y Xiao cogidos del brazo.

Lumine y Xiao.

Oye, en serio, ¿Qué clase de sueño extraño estoy teniendo? Primero Xiao hablándome y ahora viéndolo con mi hermana cuando nunca los he visto en la vida juntos, pensó mientras se reía internamente, pero su cara no demostraba ninguna expresión ya que aún seguía shockeado por la impactante imagen frente a él.

Cuando llegó frente a los dos, frunció levemente el ceño y murmuró llamándola por su nombre de pila —Uhm... Hotaru, ¿qué pasa?

La rubia sonrió ampliamente mientras jalaba más cerca de sí al muchacho de su lado, quien los miraba aburrido.

—Sora, creo que ya conoces a Xiao porque es compañero tuyo o al menos ya debes haberlo visto así que está demás presentarlos —suspiró y miró decidida al rubio frente a ella. —Es mi novio e irá a cenar con nosotros hoy.

Aether abrió la boca asombrado mientras miraba de Xiao hasta su hermana y sus brazos unidos, repitiendo una y otra vez el patrón Xiao, Lumine y sus brazos. Cualquiera que lo viera pensaría que en cualquier momento su mandíbula tocaría el piso.

—¿Qué?

first love » xiaotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora