quatre

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Podía escuchar los balbuceos que eran silenciados por la fuerte música que salían de sus audífonos. Lamp realmente calmaba al rubio y le distraía con sus suaves voces además de las instrumentales.

El año escolar se estaba terminando. Se siente como si hubiese sido ayer cuando Xiao le pasó las respuestas y todo cambió, pero ya habían pasado dos meses desde entonces. Él sigue con su hermana y su padre ya no molestaba a Lumine por la relación que mantenía con él.

Ahora compartían algunas palabras cuando el peliverde iba a visitarla o cuando estaban en clases, aún no eran amigos como tal pero al menos podían hablarse. Aether se sentía algo incómodo con eso, pues era muy extrovertido y Xiao no lo era, muchas veces no sabía como seguirle la plática pero hacía el esfuerzo, cosa que el rubio realmente valoraba.

Suspiró cuando levantó la vista para mirar la cancha donde se encontraba Xiao y sus amigos entrenando al baloncesto. A su lado Lumine parloteaba mientras hablaba con Ayaka y Nilou de quién sabe qué.

Estaba esperando que Xingqiu y Kazuha llegaran para poder ver el partido del campeonato de baloncesto juntos más tarde, vendrían otros equipos a competir así que decidió mirarlo. Le daba curiosidad aparte que no podía dejar a su hermana sola, solían terminar en la noche y es peligroso andar por la calle tan tarde. Sabía que Xiao podía llevarla a casa, pero le nacía hacerlo él.

—Búh —Aether se sobresaltó cuando sintió cosquillas en su cadera descubierta. Hoy traía un jean negro junto con un croptop ajustado blanco con rayitas rojas así que el contacto con los dedos helados del otro muchacho hicieron que su piel se erizara.

—¡Kaedehara-kun! —exclamaron las chicas cuando lo vieron llegar al lado del rubio.

—Hey. —las saludó con asentimiento de cabeza para luego sentarse al lado de Aether, rápidamente le robó uno de sus audífonos y se lo puso en la oreja.

—Hasta que llegas. —murmuró Aether tras escuchar que las chicas retomaron la conversación que mantenían antes de que fueran interrumpidas.

—Estaba ocupado, lo siento. —le mostró una leve sonrisa para tararear la canción que escuchaban. Llevó una mano detrás del respaldo de las bancas en las que estaban sentados, mientras acariciaba suavemente la espalda y cadera del rubio.

Aether rodó los ojos y simplemente asintió. Se inclinó más cerca del rubio platinado para que este lo recibiera entre sus brazos y continuara mimándolo. Apoyó su rostro en su pecho para escuchar sus calmados latidos y rió tras aspirar el aroma de Kazuha, era una mezcla entre marihuana y su perfume.

—¿Ocupado fumando? —le picó un costado para sacarle una risa.

—Me atrapaste, pero solo lo hice una vez hoy. —le acarició su larga trenza para desarmarla y peinarlo con sus dedos, dejándolo con el cabello suelto.

—Deberías dejar de hacerlo definitivamente. —murmuró despacio el más pequeño tras despegar su cara de su pecho y mirarlo a los ojos.

Kazuha bajó el rostro y le devolvió la mirada mientras se reía levemente —Sora-chan, eres tan lindo.

Aether rodó los ojos para separarse, pues podía sentir sus narices rozarse. —No me digas Sora, lo odio —protestó frunciendo el ceño mientras sacaba su labio inferior formando un tierno puchero.

Kazuha tiró suavemente de sus mejillas y comenzó a jugar con ellas mientras se reía tiernamente. Alguien a su lado carraspeó llamando la atención del par. Ambos dejaron de mirarse para mirar a quién interrumpía su momento.

—¿Ustedes- uhm... —Lumine los miraba fijamente sin ninguna expresión en particular, se veía tan neutral que asustaba un poco. —ustedes están saliendo?

Aether dejó de mirarla para toparse con los ojos de Kazuha, quien le devolvió la mirada y ambos se echaron a reír, pero antes de responder el rubio tomó las mejillas de Kazuha para darle un pequeño beso en los labios.

Las chicas soltaron un exagerado jadeo provocando que Kazuha y Aether se rieran entremedio del beso. Se separaron y continuaron riéndose, mientras el rubio se apoyaba en el pecho del más alto para no irse de espaldas y el rubio platino apoyaba su mejilla en su cabeza.

—Bueno, ya basta —exclamó Ayaka tras ver a sus amigas casi desmayarse por la impresión. —¿Son o no?

—¿Eso no respondió tu pregunta o qué? —Aether finalmente habló.

Nilou iba a intervenir pero rápidamente guardó silencio tras la llegada de Xingqiu de la mano con su novio Chongyun.

—¡Hola chicos! —exclamó animadamente el de cabello azul marino, seguido del otro pálido chico. —¿Qué pasa que tanto escándalo?

—Nada, que lo hicimos de nuevo. —carcajeó Kazuha.

—¿De nuevo? —Chongyun habló tras dar una mirada a las tres chicas que volvieron a su charla, pero esta vez se fueron un poco más lejos que ellos.

—Yep —el rubio se encogió de hombros y sus ojos empezaron a pesar por el suave tacto del otro muchacho en la piel descubierta de su espalda.

—Es que realmente parecemos si actuamos así, ya lo sabemos, pero sigue siendo gracioso. —el de mechas rojas se siguió riendo.

Los cuatro muchachos rápidamente cambiaron de tema para seguir esperando la llegada de los otros equipos y que empezara el campeonato.

Después de una hora, finalmente aparecieron los demás equipos y dieron lugar al inicio del campeonato. Aether buscó a Xiao entre los jugadores de su equipo, tras encontrarlo lo vio acomodarse los cordones de sus zapatillas. Se veía pensativo y calmado, sin embargo, no dejaba de acomodarse el cabello que caía por sobre su cara tapándole la vista.

El rubio se toqueteó su propio cabello hasta toparse con lo que buscaba. Se dirigió hacia sus amigos y los llamó.

—Oigan, ya regreso. —se levantó y dejó su mochila en el lugar —Guardenme el lugar.

Los tres muchachos asintieron y Aether caminó entre las butacas, para bajar e ir hacia el borde de la cancha.

—¡Xiao! —le llamó, pero producto del fuerte bullicio de las personas entre el público y los propios jugadores no lo escuchó.

Siguió haciéndose paso entre el equipo hasta que llegó a su lado. —Xiao —llamó.

El peliverde levantó la vista, pues aún seguía agachado. —¿Aether?

—Hey, ven. —el rubio le tendió la mano —Levántante un momento.

Xiao asintió y tomó su mano para levantarse hasta estar frente a frente con Aether, quien se acerco más a él y se llevó su mano izquierda a su cabello para quitarse la pinza con la que se ataba el flequillo. Se acercó aún más y le tocó el cabello para poder acomodarle el flequillo y se lo sujetó.

—Listo, ahora podrás jugar libremente sin que tu cabello te moleste. —Aether sonrió y se alejó. Xiao pestañeó repetidas veces sin entender.

—Gracias. —se llevó su propia mano a su cabello y tocó la pinza.

No pudieron seguir conversando ya que el profesor de Educación Física, quien era también el entrenador del equipo, les llamó.

—¡Buen juego y éxito! —le gritó Aether mientras le hacía el típico gesto de "Fighting" y se alejaba corriendo a su banca.

Xiao le miró irse y asintió. Una vez llegó junto a su equipo dejó escapar un sonoro suspiro. A su lado Kunikuzushi se rió de él, pero rápidamente se calló al escuchar la voz del entrenador darles instrucciones.

El peliverde apenas pudo escuchar bien lo que decía, pues una extraña y cálida sensación se extendió por su pecho. Sin embargo, sonrió y su mirada se tornó en una decisiva. Hoy tenía que ganar este juego.

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