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Aether podía sentir las manos de Kazuha sobre su cadera mientras bailaban al son de la música, su piel se erizó por lo frías que se sentían contra él. Llevaba ya rato de haber llegado a la dichosa fiesta acompañado de su hermana y el novio de ésta, pero a penas encontró a sus amigos con la mirada los dejó atrás.

—¿Sabes lo que me dijo Kunikuzushi? —se acercó para gritarle al oído.

—Me imagino que cosa —se rió a fuertes carcajadas. —Seguramente te amenazó porque escuchó lo del beso, ¿no?

Aether asintió mientras buscaba con la mirada al muchacho de cabellos índigo. Tras encontrarlo sus miradas chocaron, el rubio le sonrió y volvió a posar sus ojos en su mejor amigo.

—Solo ignóralo, espanta a todo aquel que se me acerque pero aún ni me pide una cita —rodó los ojos. —Debe pensar que yo lo haré, pero ni loco. Ya intenté tener algo con él una vez y no quiso.

Aether llevó ambos brazos por sobre el cuello de Kazuha —Deja que se muera de celos y que de el siguiente paso, debe ser agotador remar solo tú las cosas. Las relaciones no funcionan así.

—Claro, nosotros fuimos el perfecto ejemplo para eso.

Ambos se rieron tras recordar su relación fallida, ambos eran muy jóvenes e inexpertos. Aether recuerda perfectamente el día que se dieron cuenta que no funcionaban juntos, tenían mucha química pero todo era menos incómodo cuando eran amigos.

—Hola—llegó Tighnari a su lado, era compañero de Kazuha y también pertenecía a su círculo de amigos a pesar de que su presencia era muy recurrente. Prefería pasar el tiempo estudiando en la biblioteca o en su casa. 

—Hola, mi nerd favorito —el peliblanco se separó de Aether para abrazar al recién llegado.

—¿Qué te trae por acá, Nari? —preguntó el rubio mientras le sonreía amablemente.

—Estoy aburrido, son los únicos que conozco y ese tipo de allá no ha dejado de mirarme —tanto Kazuha como Aether siguieron con la mirada lo que Tighnari señalaba.

Resultaba ser uno de los jugadores de baloncesto, por lo que estaba sentado en un gran sillón junto al resto del equipo. Aether apartó rápidamente la mirada al notar a su hermana con su novio ahí.

—Ignóralo, ven a bailar con nosotros.

Tighnari le dió una mirada de disgusto mientras negaba. —No quiero, me voy a ir. Tengo examen el lunes de todas formas.

Tanto Kazuha como Aether se miraron tratando de evitar la carcajada que querían dejar escapar, conocían al chico lo suficiente para saber que mentía y solo quería irse. Sin embargo, no dijeron nada y asintieron para acompañarlo a la salida de la casa.

—Puedo irme solo, no se preocupen y regresen a divertirse.

—¿Seguro? —preguntó Kazuha poco convencido.

—No vives muy lejos, déjanos acompañarte —el rubio tomó la mano del de cabello corto pero éste rápidamente negó y lo soltó.

—De verdad, regresen. Quiero caminar solo de todos modos. Cuídense y regresen a casa a salvo.

Los dos chicos asintieron y lo despidieron con un fuerte abrazo.

—Kazuha —escucharon alguien a sus espaldas.

Aether se volteó seguido del recién nombrado para encontrarse con los ojos feroces de Kunikuzushi.

—¿Qué hacen acá? —preguntó tras acercarse a ellos.

—No te importa —Kazuha soltó una carcajada para evitar esos ojos índigos que no despegan la mirada de él.

Aether estaba algo incómodo, así que le dio una suave caricia a Kazuha y se alejó de ellos para entrar a la casa. Sabía la extraña relación que tenían ese par y no quería verse en medio de una pelea.

Tras entrar notó el gran cúmulo de personas que se había formado en la mitad de la sala de estar. Aparentemente estaban jugando a la botellita, se encogió de hombros y se sentó al lado de otros estudiantes que se habían sumado a jugar. Otros estaban como espectadores fuera del círculo que se había formado alrededor de la botella.

—Bien, supongo que ya todos conocen las reglas —un alto pelirrojo se posicionó de pie en el centro. —Si les toca la botella deberán decidir entre verdad o reto, si deciden reto tendrán que volver a girar la botella para que otra persona les asigne cuál será. Si ésta persona no tiene algo planeado nada y tarda más de 5 segundos en decir un reto tendrán que besarse.

El rubio frunció el ceño, pues no recordaba que el juego fuera así específicamente pero no mencionó nada y solo asintió junto a los demás que participan.

—Ok, adelante entonces. —se hizo lugar en el centro y se sentó. —Seré el primero en jugar.

Se acercó a la botella mientras la giraba suavemente. Estuvieron bastante rato jugando, Aether bostezaba de vez en cuando aburrido pues al estar tantas personas era difícil y poco probable que le tocara. Se apoyó suavemente sobre su mano mientras cerraba los ojos.

—¡Y tieeempo! —alguien gritó justo a su lado, al voltearse se encontró con el escandaloso pelirrojo que dirigía el juego.

Aether frunció el ceño —¿Disculpa?

—Oh~ pequeño rubio por estar durmiendo ahora te toca besar a esa de allí. —se río el joven mientras pasaba su brazo por alrededor del chico.

—Childe, deja de molestarlo —intervino un joven de cabello castaño oscuro.

Aether los ignoró para mirar a la supuesta persona que tenía que besar, resultó ser una chica de cabello largo y negro que lo miraba con unos brillantes ojos verdes pálidos.

Suspiró rendido mientras se incorporaba tímidamente a la chica, se acunclilló frente a ella.

—¿Cómo te llamas? —le preguntó entonces.

—Mona —se acercó a él, si se inclinaba más sus narices se rozarían.

—Aether y soy gay así que esto será un poco incómodo, si te sientes incómoda dilo ahora.

—Solo hagámoslo rápido, no significará nada.

El rubio asintió, tomó su mejilla suavemente y se inclinó para presionar sus labios contra los de la chica. Fue apenas un roce de labios y se separó.

—Listo, ya no quiero jugar. —se alejó de Mona y se levantó para salir del círculo.

—Detente ahí, rubio —lo llamó Childe, tomándolo por los hombros mientras soltaba una risa maliciosa. A Aether ya le estaba molestando su infinita energía.

—¿Qué?

—Antes de salir todos tienen que jugar una ronda, tú no haz girado la botella.

Gruñó y asintió, se acercó a la botella y la giró. Todos estaban expectantes a cuál persona sería la elegida, una vez se detuvo Aether suspiró con molestia para seguir con la mirada la dirección que apuntaba la botella.

Se encontró con unos ojos ámbar que conocía muy bien.

¿Xiao estaba jugando también?

Sin embargo, la botella no lo apuntaba a él sino que al joven alto de cabello marrón y ojos dorados a su lado.

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primero que nada perdón la demora, he estado sufriendo mucho dolor a las articulaciones (sobretodo en mis muñecas) por lo que ha sido difícil escribir algo y mis tardes se han basado en mirar a spreen o descansar de todo asdskdld. disculpen si hay algún error, no beta we die (⁠╥⁠﹏⁠╥⁠)

espero que todos estén teniendo días buenos y que puedan experimentar la serenidad en su máxima expresión.

gracias por leer, por favor no se olviden de votar y comentar.

xoxo,
byeee~

first love » xiaotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora