Capítulo 46:

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Había pasado alrededor de media hora cuando Briley abrió los ojos y vio a varias personas allí, entre esas personas estaban Bernard y el doctor Jobb, los demás eran enfermeros que estuvieron asistiendo en lo que era necesario. Su desmayo no había durado ya que le colocaron alcohol, pero pocos minutos después se quedó dormida luego de haber sido trasladada a una habitación, se levantó lentamente y agarró el vaso con agua que le tendió Bernard.

—Gracias. —Dijo en un tono apenas audible y bebió el líquido rápidamente.

Al saber que Briley se encontraba bien, los enfermeros dejaron la habitación, allí solamente se quedó el doctor Jobb, que había traído a ambos recién nacidos ya vestidos, Briley pudo observar que uno de ellos tenía abundante cabello negro, igual que Bernalie cuando nació, y el otro tenía cabello castaño claro, ambos llevaban un enterizo blanco que les quedaba algo grande y los tomó cuando el doctor se los pasó.

Son realmente hermosos y pequeñitos. —Briley sonrió, plantando un beso en la frente de cada uno.

—Están muy saludables, aunque necesitan estar unos días más en el hospital para que ganen unos gramos más, ahorita puedes amamantarlos, no han dejado de chuparse la mano desde que nacieron.

Briley no dijo nada y siguió su instinto, el doctor Jobb le aconsejó amamantarlos al mismo tiempo, así que ella así lo hizo, aunque al principio le costaba un poco. Bernard se mantuvo a su lado, observando detalladamente a los bebés, que se alimentaban desesperadamente.

Cuando Briley finalizó su tarea de dar de lactar, dejó que Bernard sujetara a los bebés, estaba realmente emocionado, jamás imaginó que tendría gemelos, ya que nadie de su familia había tenido gemelos antes, quizás en la familia de Briley sí habían y por esa razón se había quedado embarazada de gemelos.

Aún no sé quién es quién, pero tú te pareces muchísimo a tu hermana Bernalie cuando nació. —Bernard le habló al bebé de cabello negro. —Ahorita papá cambiará tu pañal, creo que estás muy mojado.

El joven padre dejó al bebé de cabello castaño con Briley y procedió a desabrochar el enterizo del bebé y al quitarle el pañal no pudo evitar sorprenderse y Briley rió ante aquella expresión.

¿Se hizo caca? —Preguntó.

—Aún no, ¡pero tiene pene!

—Bernard, no era necesario que dijeras esa palabra, podrías simplemente haber dicho que es un niño.

Briley se había puesto muy seria, pero en realidad estaba muy feliz de que uno de los gemelos resultara ser un varón, aunque eso significaba otro desafío más, ya que sería su primera vez criando a un niño, sin embargo, allí tenía a tres amigas que podrían orientarla gracias a sus experiencias. Cuando Bernard cambió el pañal del bebé, volvió a vestirlo lo más rápido posible para evitar que le diera frío y miró a Briley.

Los nombres, ¿cierto? Como yo moría por tener un niño, lo llamaré Barton, tú puedes elegir el de la niña.

—Me gusta, pero yo no soy bueno pensando en nombres.

—Vamos Bernard, yo elegí el nombre de Bernalie y el de Barton, tú también debes elegir, toma todo el tiempo que necesites para pensar.

Bernard se quedó pensando por unos minutos, mirando a la recién nacida de vez en cuando, Briley tenía razón, él tenía derecho a elegir, después de todo es el padre de los bebés.

¡Ya lo tengo! Se llamará... —Briley lo miró con expectación. —Briella, ese es el nombre que le pondré a nuestra hija.

—Ya era hora de que el padre eligiera el nombre, ahora los dejaré un rato. —El doctor Jobb dejó la habitación.

¿Un error o una bendición? 2Where stories live. Discover now