》𝐎𝐜𝐡𝐨《

1K 58 83
                                    

 →𝐁𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨𝐧𝐚, 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚. 𝟑𝟎 𝐝𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐳𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.

¿Qué pasó con el que dijo que te amaba? ¿Acaso se fue y te ha dejado ilusionada?. No me choca saber que sola te quedas. Yo te lo dije que te iban a pagar con la misma moneda.

—¡Te pintaron pajaritos en el aire, te juraron falso amor y lo creíste! —Gala iba cantando por la habitación mientras se arreglaba junto a sus amigas.

—Queda demostrado que lo mejor de salir de fiesta, es arreglarse —comentó Edén mientras se ponía máscara de pestañas.

—Completamente —Noa se miró en el espejo—. No me gusta.

—Ponte un vestido.

—Con un vestido es un coñazo perrear.

—Pues en vez de la falda, ponte unos pantalones. Tienes mil tops en la maleta, fijo que uno queda bien.

—Por una vez te voy a hacer caso.

—¿Os podéis creer que nos vamos a ir de fiesta con esa gente? —preguntó la gallega dejándose caer en la cama.

—Lo mejor no es eso, es la gracia de empalmar para coger el tren de vuelta a Sevilla mañana por la mañana.

—Nada que una siesta durante el viaje no solucione —dijo Noa.

—Ahí llevas razón. Bueno, ¿nos vamos?

—¡Espera! ¿Voy bien?

—Claro que vas bien, Noa. ¿Y nosotras?

—Perfectas.

—Pues adelante, sin miedo al éxito —finalmente, tras muchos intentos, habían logrado encontrar sus outfits perfectos. Gala llevaba un pantalón largo negro y un top blanco que iba atado a la espalda, acompañado de sus inseparables Converse; Edén había optado por ponerse también un pantalón largo, salvo que de color blanco, un top de color azul que iba atado al cuello y unas Vans negras, y Noa llevaba unos vaqueros claros con una blusa de tirantes roja, y al igual que su amiga, unas Converse blancas.

Salieron de la habitación y fueron hacia el salón, donde ya les estaban esperando los demás; que al escuchar las pisadas del pasillo, se giraron. Héctor, al ver a la malagueña, se llevó una mano al pecho. Al igual que él en ella, Edén le estaba calando hondo.

—¿Ya estamos todos?

—Ajá.

—Pues vámonos. Que el Puerto de Indias me está llamando.

►◄

—¿Sabes una cosa? Ayer estuve mirando el significado de tu nombre —dijo Héctor.

—¿Y eso por qué? —preguntó Edén alejando la pajita de sus labios.

—Porque me daba curiosidad. El caso es que encontré algo muy interesante.

—Muy bien, sorpréndeme.

—De origen hebreo. Significa "deleite" o "placer" —se acercó a ella, quedando a escasos centímetros de su boca—. Y nunca he conocido a alguien que su nombre le haga tanta justicia, como a ti el tuyo —Edén no supo qué responder. Y cuando iba a hacerlo, notó que alguien agarraba su brazo y se la llevaba a la pista de baile.

¡Es fanática de lo sensual, ella tiene una foto mía! ¡Y ya me la puedo imaginar lo que hace cuando está solita! —Ferran, Gala, Edén, Noa, Pedri, Gavi y Eric, el grupo más joven de todos los que se habían juntado aquella noche, estaban en el centro del local cantando esa canción con sus copas en alto—. ¡Pero no le voy a preguntar, ni escuchar su voz cuando se agita! ¡Por su manera de respirar puedo imaginarme lo que está haciendo!

Edén ||Héctor Bellerín|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora