Edén ||Héctor Bellerín||

》𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐭𝐫é𝐬《

 →𝐁𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨𝐧𝐚, 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚. 𝟔 𝐝𝐞 𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.

—¡No me gusta!

—¡Relájate! —Edén se dejó caer en la cama al oír a su mejor amiga—. ¿Qué opciones tienes?

—Un top y unos pantalones y un vestido.

—Edén, tú no eres de llevar vestidos.

—Pero es que ir en pantalones me parece súper informal.

—Rubia, es una presentación —la malagueña la miró. Sí, después de haber pasado el verano barajando ideas sobre qué pasaría con Héctor, finalmente acabó fichando por el Barcelona, por lo que, al menos durante un año, vivirían en la ciudad condal. De hecho, ambas estaban terminando de preparar las cosas de la mudanza, ya que Gala se iría a vivir con Ferran, y Edén con Bellerín—. Aparte, cabrona, seguro que te quedan genial.

—Si tú lo dices...

—¡Venga ya, que llegas tarde!

—¡Aún me queda una hora!

—¿Pero quieres correr? ¡Héctor va a venir dentro de nada!

—¡Joder, ya voy! —se levantó de la cama y se puso aquel top negro y los pantalones blancos, unas cuñas negras serían las que finalizasen el outfit. Momento de arreglar el pelo. Comenzó a rizárselo con las tenacillas, y cuando terminó con eso, empezó con el maquillaje. Justo cuando acabó de pintarse los labios, escuchó el timbre del apartamento.

—¡Edén, tu churri! —gritó Gala desde el salón. La chica se puso perfume y salió de la habitación, no sin antes coger su bolso—. La que decía que iba informal.

—Es que así voy.

—Lo que vas es preciosa —el catalán dejó un beso en los labios de su novia, y esta le tuvo que quitar algunos restos mientras reía—. Venga, vamos.

—¿Te espero para comer? —le preguntó Gala a Edén.

—Difícil lo veo.

—Bueno, tú llámame. ¡Enhorabuena, por cierto! —gritó la gallega cuando sus amigos comenzaron a bajar las escaleras.

—¡Gracias! ¿Y tú por qué estás tan nerviosa?

—Es tu presentación. Voy a conocer a tus padres y para rematar va a ser mi primera aparición en público como tu novia.

—Te besé cuando ganamos la copa del rey delante de miles de cámaras.

—No es lo mismo.

—Si tú lo dices —salieron del edificio y se montaron en el coche del futbolista—. Ahora vamos a recoger a mis padres, y después nos vamos al estadio.

—Me va a dar un infarto.

—Que no, tranquila. Les caerás genial.

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—Estoy muy emocionado. He vestido esta camiseta muchas veces y siempre ha sido un sueño jugar en el primer equipo. Ha sido la vez que menos me esperaba regresar, pero quiero agradecer la oportunidad al club. También a toda la gente que me ha ayudado a llegar hasta aquí. Cuando eres pequeño, es lo único en lo que sueñas. La realidad es diferente, ha habido ocasiones en el pasado, pero no pudo ser. Siempre he tenido algo dentro que me hacía pensar que podía volver. El fútbol es algo muy bonito, pero lo más importante es la gente que conozco por el camino. Me he encontrado un muy buen vestuario y tengo ganas de crear nuevos momentos con ellos. Espero que la afición pueda disfrutar viéndonos y darles alegrías. Queremos dejar el Barça donde debe estar, arriba del todo. Tengo a familia cerca y les quiero agradecer que estén conmigo en un día tan especial.

—Hacía mucho tiempo que no veía a mi hijo tan feliz —comentó Maty colocándose al lado de su nuera.

—Supongo que volver a España después de tantos años le ha venido bien.

—No lo digo por su regreso, lo digo por ti —Edén la miró—. Nos ha hablado mucho de ti, de lo especial que eras y todo lo que has provocado en él.

—Héctor me has aportado más a mí que yo a él. Es... Se ha convertido en mi salvavidas.

—La verdad es que mi marido y yo teníamos muchas ganas de conocerte, y Héctor no se ha equivocado contigo. Realmente pareces una chica fantástica.

—Bueno... Tengo mis cosas.

—Como todo el mundo, cielo —la malagueña sonrió—. Supongo que haber dejado atrás Sevilla habrá sido duro, ¿no?

—Bueno... Vivía con mis dos mejores amigas. Una está ahora viviendo en otro país con su pareja, y la otra fue la que vino conmigo. También a ella le venía bien, su novio es compañero de Héctor; Ferran. Así que tras hablarlo mucho y meditarlo, pensamos que lo mejor era que las dos nos viniésemos aquí. Pero sí, ha sido un cambio un poco brusco. Pero es cuestión de acostumbrarse, ya se lo dije a Héctor, que donde fuese él, yo le acompañaría —aquella vez fue Maty la que sonrió. Le parecía la chica perfecta para su hijo.

Aquella conversación se cortó cuando Bellerín les llamó para poder hacerse una foto todos juntos.

—Estás temblando —murmuró al acercarse a su chica.

—Son muchas cámaras las que tengo delante.

—Vives de ese trabajo, Edén.

—Yo no soy periodista, cariño —el chico rió ligeramente y la besó, quedando así aquel momento inmortalizado por algunas fotos.

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—¿Y bien?

—Creo que mañana voy a salir en todos los vídeos de tiktok habidos y por haber —comentó Edén dejándose caer en el sofá al lado de su novio—. Pero podré vivir con ello.

—Hija, tienes que ser la envidia de muchas chicas en este momento —comentó Pedri, que estaba sentado en el suelo.

—A la que le tengan verdadera envidia va a ser a la que salga contigo algún día, Pedro.

—¡Que no me llames así! Hostia que manía tienes.

—¿Y qué tal el primer contacto con los suegros? —preguntó Ferran.

—Bastante bien, yo me lo esperaba mucho peor.

—Yo estoy cagado para cuando me toque conocer a su familia.

—Oh, Antonio y Maribel son un amor los dos. A mí el que más me preocuparía es su hermano. Brais no deja que nadie se acerque a su hermana pequeña.

—Y tanto. Que mis padres no te quiten el sueño, el auténtico miedo es Brais.

—No me ayudáis —ambas chicas rieron. Finalmente, tras la presentación de Héctor habían quedado con los chicos para comer todos juntos en el apartamento de Edén y Gala. Aquel que dejarían en una semana. Ahora a ambas les acechaba una nueva época y una nueva experiencia: La convivencia en pareja. 

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