Agarraba la mano de Peter nerviosamente para evitar caerse de la irregular superficie, las ramas y raíces de los árboles estaban por todos lados, estorbando el camino. Además se le hacía imposible ver a través de la oscuridad.
–¿A dónde iremos?–Dijo con voz rota, sus ojos estaban rojos por las lágrimas y temblaba ligeramente por el frío de la noche.
–No lo sé.–
–Tengo frío y miedo–
–¿A qué le temes?
–A ti–
Se detuvo, Bonnie quiso alejarse pero este lo impidió, forzando el agarre de sus manos. La observó fijamente. La muchacha creyó que la asesinaría en ese instante.
–No voy a hacerte daño, quiero protegerte de este vasto infierno. Aquí afuera hay personas perversas, voy a cuidarte de todo el odio y aversión.–Dijo con aquél tono gélido. La perturbación que sintió Bonnie al escuchar sus palabras le provocó ganas de vomitar.
La muchacha no tenía palabras, eligió callarse y seguir su camino. No sabía cuánto tiempo habían caminando, la cantidad de los altos árboles la confundía, parecía que avanzaban en círculos. El cansancio la estaba venciendo.
Su cuerpo estaba agotado y sus ojos se cerrarían prontamente.
–Mira, allí–
Alzó su vista e hizo el esfuerzo de observar en el sombrío. Una residencia pequeña, construida de madera que ya estaba putrefacta. Cerca de esta había un lago con aguas dónde la luna se reflejaba.
–Entra, rápido.–
Al acercarse un ave salió volando del techo, provocando que 021 se espantara. Peter río levemente. Cuando abrieron la puerta el olor a moho se hizo presente. Una capa de polvo cubría los objetos y el suelo del lugar. El sitio estaba conformado por una cama, cuyas cobijas estaban sucias. Un sofá, una cocina y un armario.
Peter encendio una vela, la llama flameaba amenazando con apagarse, la brisa entraba por una ventana. Bonnie se acercó a esta y con algo de esfuerzo la cerró. Cuando se dió vuelta observó el cuerpo de Peter ante la llama. Su camisa blanca estaba manchada de tierra y el rojo de la sangre derramada parecía estampada en la tela.
Evitó su presencia y se acercó a la cama. Bonnie no lo pensó dos veces y se tiró en aquél lecho. Cerró sus ojos para evitar observar al de cabellos dorados.
Y en cuestión de minutos cayó rendida ante los brazos de Morfeo.
(...)
La luz del Sol entraba por las sórdidas ventanas. Bonnie Winter despertó en una cama y lugar que no pertenecía al cruel laboratorio. Bajo sus ojos oscuros unas violacias ojeras se hacían presente. Con su ceño levemente fruncido por los destellos, examinó la cabaña. Peter se encontraba sentado en el sofá, su mirada estaba clavada en la adolescente.
–¿Por qué demonios me observas?–Preguntó enojada ante aquellos ojos infames.
–No digas groserías, cariño.–
Bonnie se quedó inmóvil cuando el ojiazul se levantó de su lugar y se acercó a ofrecerle una taza de té.
–¿De dónde lo haz sacado?–Preguntó confundida. Él simplemente le señaló los muebles de la pequeña cocina.
Bonnie desesperada aceptó aquella taza, bebiendo sedienta, como si hubieran pasado días desde que no ingería líquido.
–¿Cómo te sientes?–Preguntó 001.
–No sé cómo quieres que me sienta, he presenciado el exterminio de personas inocentes, he visto sus cadáveres llenos de sangre.–Dijo molesta y triste a la vez. Quería alzar su mano y herir al muchacho, pero por más que lo desee, ella lo adoraba, era su único amigo si se lo podría considerar uno. Él la había protegido y cuidado cuando nadie más estuvo.
–Ten, vístete.–Dijo dándole una remera negra, probablemente que halló en el armario, ignorando lo que mencionó anteriormente.
–Gracias...–
–Dentro de un rato regreso, te he dejado unos libros arriba de la mesa. No hagas algo que vayas a arrepentirte.–Continuó para proporcionar un casto beso en la sien de Bonnie.
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shades of cool; 001
Aléatoire𝐒𝐎𝐂 | ❝Ni el loco y férvido amor que sentían haría que el maníaco ojiazul cambiara. Y ese pensamiento fue como un balazo directo a su pecho. Desde su locura de pasión soñaba morir junto a él y sus labios hubieran sido doblegados hasta hacerse mús...