💧CAPITULO 13💧

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Jennie pidió unos Waffles y un Capuchino mientras que Rosé pidió un desayuno un poco más salado. Ella no solía comer tanto dulce por la mañana, pero esa mañana le apetecía, y es que luego de la increíble noche junto a Lisa, podía comer todo el azúcar posible.

Habían bailado, se habían reído, se habían besado y al final de la noche, Lisa la había dejado en la puerta de su casa como toda una novia preocupada. No sin antes robarle un beso que la dejó como siempre sin aliento y con ganas de más.

Y si, con Lalisa Manobal parecía que nunca se tenía suficiente.

Recordó que las chicas intentaron acercarse, sobre todo cuando Jennie iba al baño o no estaba cerca de la nadadora, pero Lisa, fiel a su promesa, las rechazaba amablemente. Jennie suponía que no era fácil para ella, estando tan acostumbrada a ser una coqueta y sonreírles a todas. Pero lo estaba intentando y Jennie se repetía que debía confiar en ella porque si no ¿Qué sentido tenía? No podía pasarse todo el día pensando en lo que debía estar haciendo y lo que no, y si estaba o no coqueteando con algunas de las locas que se le lanzaban encima.

-Rosie de verdad siento haberte tenido tan abandonada estos días... -Le dio un sorbo a su Capuchino.

-Está bien. -Se encogió de hombros. -Sé que estás ocupada con lo del proyecto que es importante para ti. -Jennie notó que la chica parecía algo distraída, pero no pudo evitar sonrojarse ante esa declaración, porque realmente lo último que había hecho esos días era trabajar en el proyecto.

-Bueno... -Comenzó a decir. -La verdad es que tengo algo que contarte. -Escondió su sonrojo detrás de la taza dándole otro sorbo.

Rosé la miró con interés.

-Ya veo. -Levantó una ceja. -¿Tiene que ver con Lalisa Manobal... haciéndote gritar su nombre?

Jennie no pudo evitar sonreír.

-No. -Dijo. -Pero casi.

-Oh dios mío. -Rosé se enderezó en la silla. -¿Te ha besado otra vez?

-Múltiples veces en realidad...

-Jennie. -Rosé abrió la boca. -¡Necesito detalles!

El desayuno llegó y Jennie sonrió dispuesta a contarle lo ocurrido esos días.

-Dios santo nunca te había visto sonreír así por nadie. -Rio Rosé.

-Estoy... no lo sé, creo que estoy bastante pillada Rosie. -La rubia sonrió.

-Bueno, ¿Cómo ocurrieron los hechos?

-Me invitó a su casa...

-Oh dios, seguro que quería "aquello" y tú se lo has negado...

-En realidad no. -Rio Jennie. -Preparó una cena en la azotea con velas y una manta y fue tan bonito...

-¿Lalisa Manobal preparó una cena en la azotea con velas? -Rosé casi se atraganta.

-Y luego me dijo cosas que... -Bufó. -Me dijo que nunca se había sentido así por nadie y estuvimos horas charlando y riendo y luego...

-¿Y luego...?

-Nos besamos y le dije que nunca había estado con nadie...

-¿Y qué te ha dicho?

-Que no le importaba y que me esperará. -Rosé lanzó el tenedor sobre la mesa.

-Increíble. -Dijo. -Es... simplemente increíble. -Rosé miró hacia atrás. -¡Eh! -Gritó. -Mi amiga ha hecho que Lalisa Manobal pierda las bragas por ella...

-¡Rosé! -Jennie la pateó debajo de la mesa y la rubia rio por lo bajo sobándose la rodilla. -Deja de hacer el tonto.

-Lo siento, pero es que... -Negó con la cabeza. -¿Te ha dicho en serio que no le importa?

En Lo Más Profundo [Jenlisa - Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora