💧CAPITULO 7💧

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Jennie levantó la vista cuando vio a Lisa acercándose. La nadadora había estado en el gimnasio de la universidad. Zack le había contado que esos días habían hecho un plan de entrenamiento bastante suave por el hombro, que ya se estaba recuperando y parecía que llegaría en óptimas condiciones a Arizona. Notaba un cambio en la pelinegra. Parecía no estar cómoda con los entrenamientos suaves, y de hecho, parecía algo estresada. Por supuesto que este estrés, cuando alguna chica se le acercaba a hablar, desaparecía.

Ahora estaba duchada y vestía con unos vaqueros rotos, una camiseta blanca amplia y en su muñeca tenía una correa de cuero. Su cabello largo estaba algo húmedo y le estaba sonriendo.

Jennie tragó hondo.

-A veces me pregunto si no te aburres de mirarme, luego recuerdo que si fuese por mí... podría mirarme todo el día.

Jennie puso una mueca de desagrado.

-¿Hemos terminado? -Le preguntó poniéndose de pie.

-Bueno, mi día aún no termina. -Ladeó la cabeza. -¿Quieres acompañarme a un lugar?

Jennie la miró desconfiada.

-¿Qué lugar?

-Ya lo verás cuando lleguemos. -Respondió sosteniendo su bolso en su hombro, caminando hacia la puerta.

Jennie fue tras ella un poco en contra de su voluntad. Odiaba sentirse como una de esas chicas que perseguían a Lisa por todas partes, pero la realidad era que estar con ella en su día a día era parte del proyecto.

Caminaron hasta el auto de Lisa, Jennie no tenía ni idea de que marca era, pero era muy bonito y olía a ella. Un olor al que la castaña se estaba comenzando a acostumbrar y que tenía que aceptar que le gustaba mucho y no tenía idea de porqué.

La vio colocándose las gafas de sol mientras se miraba en el espejo retrovisor y sonrió.

-En promedio... ¿Cuántas horas al día te miras al espejo?

Lisa encendió el auto y la miró divertida.

-Dímelo tú. Has estado mirándome por más de una semana.

Jennie se sonrojó un poco ante esa declaración.

-Porque es necesario, no porque quiera. -Le aclaró y Lisa sonrió ampliamente mirando hacia atrás para poner el auto en marcha de retroceso.

Jennie se dio cuenta de lo bonita que era su sonrisa de verdad.

-No he dicho lo contrario, pequeña. -Movió la palanca para ponerse en marcha. -Pero se supone que los psicólogos son muy observadores y todo eso.

-Te gusta que te miren ¿verdad?

-¿A ti no?

-La verdad es que no. Me pone nerviosa.

-Bueno, eso depende también de quien te mire.

-A ti te da igual, te gusta que todos te miren.

-Por supuesto.

-Voy a terminar colocando en los resultados que eres una narcisista sin remedio.

Lisa puso un poco de música y siguió sonriendo.

-¿Solo porque tengo una autoestima adecuada soy narcisista?

Jennie rio irónica.

-¿Adecuada? Perdona, pero la tuya está por encima de eso.

-Pues mejor ¿no? -Se encogió de hombros. -No es mi culpa haber nacido con esta cara. Además, es lo que atrae a las chicas.

-¿Tu cara? -Lisa negó.

En Lo Más Profundo [Jenlisa - Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora