💧CAPITULO 16💧

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Los besos de Lisa siempre la hacían perder la cabeza. Cuando la besaba de esa forma tan sensual, tan erótica... cuando sus labios devoraban los suyos de una manera maravillosa y su lengua hacía que todo su cuerpo se encendiera y que miles de sensaciones invadieran sus terminaciones nerviosas.

Pero los besos que Lisa le estaba dando en ese momento eran de otro mundo. Sentía que no podía respirar, todo su cuerpo temblaba y se sentía muy, muy caliente. Con cada beso un gemido sordo se escapaba de su garganta sin que pudiera evitarlo.

Metió los dedos dentro del cabello de la pelinegra y jadeó cuando Lisa se separó de sus labios, dejando besos húmedos en la base de su garganta. El cuerpo de Jennie se arqueó como reacción y sintió a Lisa estremecerse sobre su cuerpo. Jennie sentía que la ropa sobraba demasiado, así que con dedos temblorosos comenzó a quitar los botones de la blusa de Lisa.

Esta se apartó un poco para dejar que lo hiciera y la miró de una forma que hizo que Jennie sintiera ganas de besarla otra vez, besarla y saborear su boca, sentir su lengua contra la suya... quería... no sabía bien lo que quería, solo sabía que quería a Lisa haciéndole muchas cosas.

-¿Estás bien? -Susurró Lisa con una voz que hizo que la entrepierna de Jennie palpitara... más de lo que ya lo hacía.

-Estoy algo nerviosa. -Soltó una risita.

-No lo estés. -Respondió la pelinegra sin dejar de mirarla a los ojos -Es la primera vez de ambas.

-Ya, claro... -Rio de nuevo nerviosa, siguiendo con su tarea de quitar los botones de la blusa. -No es tu primera vez ni de coña.

-Pero lo es. -Insistió Lisa acariciando sus labios con la yema de sus dedos. -He tenido sexo muchas veces... pero es la primera vez que haré el amor. -Ladeó la cabeza con media sonrisa. -Antes solía decir que probablemente no había diferencia entre ambas cosas... pero ahora que te tengo aquí, sé que si la hay. -Juntó su frente con la de Jennie. -Y créeme que estoy temblando por las ganas que tengo de tenerte... -Murmuró con la voz cortada por las ansias. -...pero aún antes de que suceda, puedo notar que es diferente a las otras veces... -Acarició la mejilla de Jennie con la suya. -Tú eres diferente, mi amor. -Susurró en su oído.

Jennie que había cerrado los ojos los abrió cuando Lisa se separó para volver a mirarla a los ojos y se quitaba la blusa, dejando a la vista sus hermosos pechos. Jennie adoraba que la pelinegra no usara sujetador.

Era tan hermosa...

Recordó cómo un mes atrás se reía de las chicas que miraban a la nadadora como tontas, como si fuese un tesoro precioso. Ahora las entendía. Lo era, era la criatura más hermosa que había visto.

Su vientre plano, sus pechos pequeños y firmes... y sus brazos que se moría porque la rodearan. Y su piel era tan suave...Oh dios.

Estiró la mano acariciando el abdomen de Lisa y esta dejó que lo hiciera.

-No tenemos que hacer nada que no quieras. -Le dijo de forma dulce y Jennie se incorporó dejando besos en medio de sus pechos y luego llevó sus labios hasta la punta rozada haciendo que Lisa cerrara los ojos.

-Quiero... quiero hacerlo todo, Lili. -Susurró sobre su piel. -Quiero que me lo enseñes todo. -Su lengua acarició la aureola y adoró la forma en la que el cuerpo de Lisa reaccionó.

-Todo ¿eh? -La escuchó reír con voz ronca.

Levantó la vista algo sonrojada.

-¿Qué?

Lisa siguió sonriendo.

-Nada... -Acarició su mejilla. -Creo que no hará falta que te enseñe demasiado. Tienes una muy buena disposición, cariño.

En Lo Más Profundo [Jenlisa - Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora