En Lo Más Profundo [Jenlisa - Adaptación]

💧CAPITULO 3💧

Antes de empezar quisiera decir una cosa...

FVCK YG!!!!

💧💧💧

Jennie sonrió al ver a Rosé salir del agua encantada y sonriente. Ella mientras tanto, había preferido quedarse bajo la sombrilla que había llevado y había contemplado el mar desde la distancia. Para nadie era un secreto que tenía cierto temor al agua gracias a un incidente ocurrido justamente en las playas de San Diego cuando tenía seis años.

La castaña lo recordaba como si hubiese sido ayer.

Había ido con sus padres y con Jisoo a la playa. La pequeña Jennie adoraba sentir las olas acariciando sus deditos y como la arena se hundía bajo sus pies. Había mirado atrás, Seung estaba entretenido charlando por el móvil. Su pequeña empresa estaba comenzando a florecer y estaba pletórico. Jennie no lo entendía muy bien, solo quería que su padre pasara más tiempo en casa y poder jugar al "atrápame si puedes" con él.

Hyori estaba dejando las cosas de forma ordenada sobre la arena: mantas, sombrilla, juguetes para ella y Jisoo. La castaña mayor ya había agarrado su pala y su balde y había comenzado a construir un castillo de arena de forma muy concentrada, ensuciando sus manos y sus rodillas.

Jisoo odiaba los bañadores y Hyori se había rendido de intentar hacer que usara uno. Así que simplemente la dejaban usar lo que estaba usando en esos momentos: una camiseta blanca con unos shorts playeros.

Jennie estuvo tentada a acercarse y pedirle que le dejara jugar con ella, pero Jisoo orgullosa, le había dicho que no porque quería hacerlo ella sola, así que siguió mirando el agua. Hyori le había dicho que no se acercara demasiado hasta que ella o Seung pudieran acompañarla, pero Jennie se estaba desesperando y tenía muchas ganas de meterse.

Miró el agua sobre sus pies y movió los dedos divertida.

Solo se metería un poco más... ¿Qué podía pasar? Unos pasitos más...

Y antes de darse cuenta estaba sumergida, una ola la había sobrepasado, quitándole la respiración. Movió sus bracitos y sus piernas tratando de luchar contra la fuerza de la embestida y la corriente, pero solo logró tragar agua y sentir que su pecho quemaba.

Y entonces todo se había vuelto negro.

No lo supo hasta varios años después, pero quien la había sacado del agua había sido Jisoo. Su hermana había aprendido a nadar desde muy pequeña mientras que ella le había costado más. Luego de ese suceso, no se había acercado demasiado a una playa o una piscina, así que aún no sabía nadar.

La verdad era que poniéndolo en perspectiva, aquella no había sido la única vez en la que Jisoo la había salvado. Cuando aún estaban pequeñas, Jennie recordaba como su hermana mayor la defendía de los abusones en el colegio.

¿Cuándo habían comenzado a odiarse?

Quizás cuando Jisoo había entrado en la adolescencia y su carácter había cambiado drásticamente. Se había vuelto más oscura, más resentida, más irónica... suspiró. Ella también había cambiado. Supuso que no todo era culpa de la otra chica.

-Joder, que buena está el agua. -Escuchó decir a Rosé que se acercaba a un sonriente. La rubia agarró la toalla secando su cuerpo. -Y que buenos están esos surfistas de allí. -Señaló con la cabeza y Jennie giró la vista a un grupo de chicos bronceados y muy fuertes que charlaban animadamente y que tenían tablas de surf.