💧CAPITULO 15💧

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Lisa estaba siguiendo las indicaciones del fotógrafo. Querían que las fotos fueran llamativas y sexys, pero explotando el look tomboy y desenfadado de Lisa. Por lo general no solía maquillarse tanto, pero tampoco le desagradaba. Danny le indicó que se apoyara en la motocicleta que habían introducido en el lugar y Lisa no tuvo problema, le encantaba jugar y provocar con la mirada por lo que el fotógrafo estaba encantado. Tomaron un descanso y la pelinegra estaba comiendo algunos tentempiés que había por allí cuando Minnie se acercó con el uniforme del equipo.

-Hey... no sé si estoy loca, pero me pareció haber visto a...

-¿Irene? -Preguntó Lisa con la boca llena de comida.

-¿Era ella?

-La marca de su padre es uno de los patrocinadores.

-¿Pero la has visto?

Lisa se encogió de hombros. Minnie sabia la historia de principio a fin. Como era que una mujer de treinta años había seducido a una chica de quince y como Lisa se había encaprichado con ella. En esa época aún no había salido del closet, pero no tenía ningún problema en darle detalles (demasiados quizás) a una Minnie que no estaba segura si lo que estaban haciendo estaba bien. No porque las dos fuesen mujeres, sino porque Irene era mucho mayor que Lisa y la nadadora que en esa época era una joven promesa, aún era menor de edad. Vamos que la mujer habría podido ir incluso a la cárcel.

Y luego de ella Lisa se había convertido en la rompecorazones que era ahora. Minnie pensaba que era porque la empresaria había llegado en una época en la que Lisa estaba un poco frágil. Su madre aún no había enfermado, pero la adolescencia de Lisa había sido difícil cuando a Chitthip la habían echado del trabajo y hacía un gran esfuerzo para que Lisa siguiera nadando.

Esta mujer había llegado y le había bajado el cielo con regalos y hospedajes en hoteles caros. Y por supuesto, mucho sexo. Por lo que probablemente la joven e inexperta Lisa había asociado el sexo con el bienestar... durante mucho tiempo el sexo había sido lo único que la había hecho sentir bien.

Hasta que había llegado Jennie. Y Minnie estaba feliz de que esa pequeña castaña apareciera en la vida de su amiga, porque estaba comenzando a creer que era incapaz de querer a alguien (románticamente hablando).

-Lisa...

-¿Qué?

-Ni se te ocurra hacer nada con esa arpía.

-¿Qué? -Preguntó confundida. -¿Qué se supone que voy a hacer?

-Oh, no te hagas la tonta. Sabes perfectamente de lo que hablo. -Le dio con el dedo en el hombro. -Estoy segura de que ha venido a buscarte y a seducirte como hace seis años y como ese par de veces en los que te ha buscado y has caído en sus redes...

-Oye, eso fue hace como tres años. -Se defendió la nadadora. -Y no he caído en las redes de nadie.

-Tiene un embrujo sobre ti.

-Claro que no. -Dijo masticando con fuerza.

-No la cagues con Jennie...

Lisa la miró molesta.

-Minnie ¿Por qué me hablas como si no lo supiera?

-Porque no estoy segura de que tengas el concepto de fidelidad muy internalizado.

La otra chica apretó la mandíbula.

-Lo tengo bastante claro y no pienso fallarle a Jennie. Yo la... -Carraspeó y apartó la vista. -Jennie es importante para mí y no me he olvidado de ella solo porque no esté aquí.

Minnie se cruzó de brazos.

-Más te vale.

-¿Tú de quién eres amiga? -Le preguntó Lisa llevándose un trozo de atún a la boca.

En Lo Más Profundo [Jenlisa - Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora