Todos especulaban sobre el paradero de Kamil y la ausencia de James. Los Frederick le había dado una mano, cuando todos le dieron la espalda. Mi padrino hizo exactamente lo mismo con Jedrek y le pagó mal. Que sucediera lo mismo con James, le afectaba y se negaba a verle como culpable.
James lo veía como un padre, no daba un paso sin pedirle consejo. El dueño de Ind. Frederick estaba al tanto de toda la vida de James, incluso del permiso que pediría y los motivos de este. Gracias a ese vínculo logramos saber que la historia que me narró aquella noche fue cierta. Hasta que el general lo culpó de darle esperanzas a Kamil. Cuando enfrentó la verdad y logró demostrar su inocencia, aseguró era demasiado tarde.
El general le dio el lado a su hija muy a pesar de su culpa, dándole la espaldas a su hijo adoptado. El que limpió su historial fue mi padrino, quién desde entonces lo ha acogido. Sobre el porqué darme una carpeta con documentos falsos o decir estar casado dijo no saber, pero planeaba averiguarlo.
Todo indica está buscando a su hermana para protegerla y eso nos lleva a creer que entregar información falsa fue para desviar la atención. Eso no explica por qué habló de flora y entregó información falsa.
Recojo la corbata de la cama contemplando la vista de mi mujer en el balcón. Se dice que el silencio y calma es algunas veces gritos de auxilio. El auto impuesto por Emma y empezaba a preocuparme. A tres semanas de no saber nada de James o Kamil, parecía no molestarle el encierro. Lo que aumentaba en gran medida mi preocupación.
No es que su comportamiento fuera raro, ella hacía el trabajo desde casa y, de hacer algo por fuera Stan era quien salía. Emma jamás tendría miedo o se escondería. Los motivos por los que hoy lo hacía eran un misterio.
Ha pedido traer un juego de mesas de la piscina y ordenó instalarlo en el balcón. Desde allí, con su laptop y el móvil finiquita los detalles de la ceremonia de los empleados fallecidos. Acomodo mi corbata viéndola a ella rascarse la nariz y hacer un mohín de fastidio por algo que ve en la pantalla.
—Tú padre me ha pedido ir a verle ¿Quieres acompañarme?
Aleja la mirada de la pantalla y me contempla por unos segundos en silencio. No ha salido en más de veinte días y eso no es sano para ella. La cita con su psicóloga lo hizo por video llamada, Stan aseguró le insistió en salir, pero se negó.
—Si quiera visitar a mis padres lo haría.
Inspiro y suelto el aire, razonar con un Frederick nunca es fácil. Regresa su atención a la pantalla, ignorando mi presencia en segundos.
—Has estado encerrada mucho tiempo...
—No me volveré loca...
—No es lo que quise decir y lo sabes. —replico apretando los dientes.
Bufa molesta y ese gesto mueve un mechón de su cabello que se ha soltado de su peinado. Cuando me brinda atención otra vez sus facciones se relajan, sus hombros caen y sus labios dejan de lucir apretados.
—¿Quieres que te acompañe? —levanto una ceja y sonríe regresando a su laptop —creo que puedo hacer una excepción.
El que dijo que estar casado era una maravilla, muy seguramente lo hizo con su esposa en frente, pueda que amenazado de alguna manera por ella.
Tú no querías a una mujer común O'hurn ¿A quién mierdas te quejas? Adorabas su rostro de muñeca, su cuerpo de barbie, pero también sus desequilibrio psicológico.
Tomo el saco y lo calzo sin verme en el espejo o a ella, en definitiva, está planeando algo. Una pésima idea decirle todo lo que sabía de James y Kamil, pero su padre había ordenado ella lo supiera. Avanzo hacía el maletín y siento sus manos rodear mi cintura.
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El Demonio que habita en ti
RomanceII Saga Frederick Con la firma del divorcio Emma y Alexis dan por terminada un año de matrimonio y más de dos décadas de amistad. Años después, Alexis regresa a la ciudad trayendo consigo una prometida. Es un hombre más maduro, seguro de sí y está...