Capitulo 13

248 25 0
                                    

Mientras tanto, del otro lado de la pared, en la habitación de la tía Julieta, Mirabel estaba tratando de calmar a su mamá, quien seguía alterada por la revelación de que la magia de la familia estaba muriendo.

- Está bien, mami, inhala y exhala profundamente...

Camilo chocó contra la pared; ese impacto hizo que Julieta diera un salto y le arrojará el té que tenía en manos a Mirabel.

Después de recuperarse del choque, Camilo alcanzó a Bruno.

- ¡Alto!¡Alto! - gritó

Llegaron a un abismo en el camino y Bruno saltó de pronto. Camilo se detuvo. No estaba seguro de lograr el salto. El abismo de veía muy profundo y largo. Bruno siguió corriendo. ¡Estaba escapando!

El se armó de valor y saltó. Logró llegar al otro lado y siguió corriendo tras Bruno, era un pasadizo sin salida así que termino por darle alcance en una vuelta.

Ahora estaba cara a cara con el infame tío Bruno. A primera vista, lucía siniestro y amenazante, pero al ver su rostro más cerca bajo la luz Camilo se percató de que no era como lo habían descrito, pero en definitiva tenía el aire de la familia Madrigal. Era uno de ellos.

- Adiós - se dió la vuelta para comenzar a alejarse, Camilo estaba sorprendido por la suavidad de su voz

- ¿Qué? No, ¡Espera! - Camilo empezó a perseguirlo a través de la parte trasera de la casa, dónde estaba rodeada de tuberías, muebles viejos y reliquias. Mientras trataba de seguirle el paso, Camilo notó que su tío actuaba de modo muy supersticioso: evitaba pisar las grietas, arrojaba sal por encima de su hombro y repetía algunas acciones, todo para evitar algún desastre desconocido.

- Espera, ¿Porque aparezco en tu visión?¿Qué significa?- le pregunto mientras el seguía avanzando - ¿Por eso regresaste?

Bruno se detuvo y dió unos golpecitos a la madera.

- Toc, toc, toc, tocó madera - contuvo la respiración

-¿Tío Bruno?- dijo. Él paso junto a más tuberías de madera y exhaló

- Toc, toc, toc, tocó madera. Se suponía que nunca, ni tú ni nadie verían ese visión...Un poco de sal - Arrojó sal por encima de su hombro y le dió a Camilo en la cara

- Pero...- balbuceó el chico, escupiendo sal

- Azúcar - volvió a arrojar sobre su hombro

Camilo siguió avanzando detrás de él. Necesitaba respuestas. Pasaron por un área con muchas grietas que habían sido reparadas. Los ojos de Camilo se agrandaron, sorprendido por el trabajo.

- Espera, ¿Haz estado aquí reparando las grietas?

Bruno se detuvo para contemplar las reparaciones.

- Ah, ¿Eso? No, no, me da demasiado miedo acercarme a esas cosas - respondió - Ese trabajo lo hace Hernando

- ¿Quién es Hernando?

Es tío Bruno se puso la capucha.

- Yo soy Hernando y no le temo a nada - dijo con voz grave. Luego, se quitó la capucha - En realidad soy yo - dijo, usando su voz normal. Después se puso una cubeta sobre la cabeza - Yo soy Jorge. Yo preparo la mezcla

Camilo se quedó viendo y pensó que él tío Bruno había perdido la razón por completo.

- ¿Hace cuánto regresaste? - le pregunto amablemente. Camilo echó un vistazo alrededor y notó los cachivaches característicos de una casa ahí, detrás de las paredes. Entonces se dió cuenta de golpe - Nunca te marchaste - comento

- Bueno deje mi torre llena de escaleras y, pues, aquí estoy.... junto a la cocina y además tengo entretenimiento gratis - Señaló un teatro de ratas improvisando que había armado con recortes de cartón; las ratas se asomaban por los recortes para tomar la comida del otro lado y sin saberlo montaban pequeñas obras - ¿Qué te gusta?¿Los deportes?¿Programas de concursos? ¿Telenovelas quizá? - balbuceó

- No entiendo

- Bueno verás, lo que ocurre ...

Camilo hizo a un lado el teatro de cartón para que Bruno se concentrará.

- No entiendo porque te <<marchaste>>, pero no te marchaste

Bruno agachó la mirada y de movió con nerviosismo.

- Bueno las montañas que rodean el encanto son altas... Y como dije aquí tengo comida gratis...

Camilo vio un rayo de luz que se filtraba por una pared y lo siguió y, al asomarse por el hueco, descubrió el comedor de la familia Madrigal del otro lado. Bruno había colocado de su lado una mesita solitaria y una silla para para él. Camilo sintió que el corazón se le hundía. Lo miro y entendió que era su manera de seguir participando en las cenas familiares. Nunca quizo marcharse...algo lo obligó.

Avergonzado Bruno aparto la mirada.

- Mi don no ayudaba a la familia - dijo con tristeza - Pero los amo. Solo no sé cómo... cómo...ya sabes - lo miro a los ojos

En ese momento, el se percató de que tenían mucho en común. El también amaba a su familia pero a menudo se sentía invisible.

- En fin, creo que deberías marcharte porque... bueno no tengo un motivo... pero me estoy sintiendo incomodó

Camilo por fin se daba cuenta de todo, el nunca había querido dañar a la familia. Todas esas historias que le habían contado... simplemente no podían ver lo que él veía. Decidió insistir.

- ¿Por qué aparezco en tu visión tío? - Él lo miro como si pensará que no lo entendería. A pesar de que no tenía un don como él, también sentía que no podía hacer nada por su familia. - Solo quiero que la familia se sienta orgullosa de mí. Aunque sea una vez - dijo Camilo en voz baja - Pero si es mejor que deje de intentar...si le estoy haciendo daño a la familia...solo dímelo, por favor

Bruno lo miro a los ojos. No estaba seguro de revelar lo que sabía.

- No puedo contarte - Camilo dejo escapar un suspiro de frustración y apartó la mirada - Porque no lo sé - Bruno saco los fragmentos de su bolsillo y los armó - Tuve está visión la noche en que no obtuviste tu don - explico - El abuelo estaba preocupada por la magia, así que me suplico que viera al futuro para descifrar lo que significaba, entonces ví que nuestra casa se quebraba, la magia en peligro y luego te ví a ti, pero la visión era diferente, cambiaba. No había una sola respuesta. No había un destino claro. Cómo si el futuro fuera incierto, pero yo sabía lo que pensarían si la mostraba porque yo soy Bruno y todos siempre piensan lo peor de mi

Camilo entendió que el fue quien decidió romper la visión y evitar así que la usarán contra él. Le hizo un favor.

- No se que ocurrirá pero si tuviera que adivinar diría que lo que sea que vaya a ocurrir... todo dependerá de ti...

- ¿De mí? - preguntó Camilo con asombro ¡Tal vez quería decir que salvaría todo!

- Si - respondió Bruno - Pero encontraste la visión y se la mostraste a la familia, así que, tal vez si arruines todo

La esperanza de Camilo se desmoronó.

- O tal vez no. Es un misterio. ¡Por eso mis visiones son pfffpffftttt! - Hizo una trompetilla

...

¡Hola!

Si les gusta recuerden regalarme una estrellita también déjenme sus comentarios y sugerencias.

¡Nos seguimos leyendo!

Encanto AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora