Enmascarado.

Lap Dance.

Capitulo 2.

Lap Dance.

Byakuya aun un poco aturdido por lo que acababa de suceder, se fue directo al cuarto de baño del local.

Entró en uno de los cubículos y se recostó contra la puerta cerrada.

¿Pero que estoy haciendo? Se la acabo de chupar a un completo desconocido y lo peor, es que me ha gustado demasiado. ¡Que demonios! ¿No era justo eso lo que quería? He venido a pasármelo bien y pienso disfrutar al máximo, total, nadie me conoce en este lugar. O al menos eso era lo que se creía el noble.

Mas importante, ¿Ahora qué hago con esto? Pensó el moreno acariciando su erección por encima de su vestimenta. Bueno, no queda otro remedio. Si voy así a que me haga el privado, me correré según me roce. Está demasiado bueno para poder resistirme por mucho tiempo.

El Kuchiki en un segundo se desabrochó el pantalón dejando su pene al aire.

Con una mano rodeó su erección y empezó a masturbase a un ritmo lento. Su virilidad a esas alturas ya estaba totalmente rígida y humedecida.

Mientras que se acariciaba y subía el ritmo de su mano, pensaba en un solo hombre. Recordaba cada detalle de su anatomía. Su sedoso cabello rojizo cayéndole hasta los hombros. Su intensa mirada através del antifaz y por último, ese majestuoso apéndice que tenía entre las piernas.

Se imaginaba lo delicioso que sería sentirse invadido por el falo del stripper. Justo cuando esas fantasías cobraban fuerza en su imaginación, se vino con un gemido mal contenido y apoyándose con su mano libre en la pared de enfrente.

El orgasmo le había dejado casi sin fuerzas. Cuando se recuperó y arreglo el estropicio en sus ropas, salió presto a la barra del fondo del local.

Cuando llegó, tomó asiento en uno de los taburetes libres y llamó a un camarero.

-¿Qué desea, caballero?- Preguntó muy educado un chico desde el otro lado de la barra.

- Una copa de vino y un privado con Taneuma.- Contestó escueto. No estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas y en cierto modo le incomodaban.

- Por supuesto señor. Son 2700 Yens (Unos 30$) por el vino y 36600 Yens (Unos 400$), por el Lap Dance. Si requiere otro servicio más concreto, eso lo tiene que negociar directamente con Taneuma-sama. – Explicó el camarero.

- De acuerdo.- Byakuya pagó el importe y espero a que le sirvieran la copa y le indicaran hacia dónde ir. En unos minutos el chico volvió con la bebida y le sacó de dudas.

- Taneuma-sama le está esperando en la sala vip. Es la tercera puerta de ese pasillo. No tiene perdida. Espero que lo disfrute.- Le informó con una sonrisa.

- Gracias.- El Kuchiki terminó la copa de un sorbo y se dirigió presto al encuentro del sexy pelirrojo. Ese hombre tenía algo a lo que le era imposible resistirse.

Cuando entró en la sala, la encontró vacía. Sin preocuparse mucho, se sentó en uno de los confortables sofás que recorrían toda la estancia.

Dicha sala era más bien pequeña, de unos 10 metros cuadrados. Se encontraba prácticamente a oscuras de no ser por unos alógenos de colores puestos estratégicamente para dar más intimidad al ambiente. Los sofás eran de terciopelo rojo y las paredes estaban forradas por espejos.

Byakuya miraba todo con detalle cuando la puerta se abrió y entró Renji. Llevaba puesto el mismo antifaz que en su primer encuentro, solo que esta vez, su vestimenta se reducía a un simple slip negro con cintas atando su parte delantera. Esto al moreno le pareció sumamente excitante. Estaba impaciente por desatar ese lazo con sus dientes.