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*COMENTEN PERO NO LEAN LOS COMENTARIOS QUE HAY SPOILERS, este capítulo lo narrará primero...

Liam.

Cuando tenía catorce años odiaba ese lugar más que el té sin mucha azúcar.
Odiaba tomar fotografías, el césped, los árboles, los insectos y sobre todo las personas.

—Las personas son sin duda el mejor arte de la fotografía, sus poses, sus rostros todo es... especial —me explicó, emocionado—. Tú podrás transmitirme eso con la fotografía que tomarás. Haré lo que sea para que puedas triunfar en todo esto. Confío en ti, Liam.

Palmó mi hombro.

—¿En mí?

—Solo mhm... un poco más enfocado —me repetía por décima cuarta vez en un segundo. Ya tenía ganas de asesinarlo—. Justo así y... ¡No! ¡Así no! ¡¿No ves que el lente no está en su posición?!

Y sin embargo ahí estaba, en un bosque tomando fotografías con una persona, con césped en la planta baja de mi pie, insectos sobre mi piel blanquecina y un puto árbol detrás de mi trasero que me daba picazón.

—Ya lo sé —solté en un suspiro—. Todo es fácil desde el modo entrenador.

Me miró con confusión.

—¿Qué?

Siempre tuve claro que él nunca entendió ni nunca va a entender el sarcasmo. En otras palabras: nunca iba a entenderme a mí.

—Olvídalo —escupí volteando los ojos—. ¿Cómo dijiste que era? —solté la voz chillona e irritante que tenía en ese momento.

Él sujetó mis brazos guiándome a la posición exacta para tomarle fotografía a Cris. Sí, a Cris. No me pregunten como mierda lo había convencido para que se metiera en el lago pero el carbón acepto. Joder, como lo quería a ese hombre.

—A la cuenta de tres tocas el botón izquierdo —me explicó, serio comenzando a recitar los números.

Uno...

Dos...

Tres..

Escuché su maldición otra vez por el triste resultado: una fotografía toda movida.

—¿Qué pasa, chico? —me preguntó Cris saliendo del lago, preocupado por mí.

—Cris —lo llamé decepcionado—, tenías cara de traste y por el momento me dijeron que solo debo capturar cosas bonit...

Él tapó mi boca con la palma de su mano bruscamente mientras Cris se quedaba procesando la situación.

Pobre Cris.

—Lo que pasa es que Liam no sabe tomar fotografías —gruñó el otro con mala gana—. Hemos desperdiciado una mañana de puro trabajo para nada.

—Yo... lo intenté.

—Liam, hoy dijiste "lo intenté" más de veinte veces, ¡más de veinte! Las cosas no se intentan, se hacen bien desde el comienzo; y si por algún motivo dudas de que las harás bien te detienes antes de hacerlas y esperas, ensayas y dedicas parte de tu tiempo para asegurarte de que salgan perfectas a la primera o...

—Para un poco Rich, deja a él chico en paz. Dio lo mejor de él y tú...

—Ya nos vamos —tironeó de mi brazo con fuerza y yo me resistí—. Dije que nos vamos.

—Cris me invitó a merendar hoy —mentí mientras me Intentaba soltar del agarre. El pobre me miró confundido—. ¿No es cierto, Cris?

Él asintio con indiferencia, fingiendo al máximo normalidad.

Efecto Mariposa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora