Naruto observó desde su escritorio como Shikamaru volvía a ser el mismo jefe vago que siempre había sido. Quizás borrando la imagen tan pobre y desgastada que él mismo había presenciado. Hace más de una semana que eso había ocurrido, sin embargo, aun podía sentir el calor de su cuerpo y las lágrimas silenciosas que recorrían su rostro, y como olvidaba su posición para llamarlo Senpai.
Y no es que no le gustara, negaría con todas las letras que le gustó ser llamado de esa manera, o que su corazón recupero la fuerza para correr el maratón que había perdido un día antes.
Pero, la situación seguía siendo la misma. El siendo su secretario, y él un jefe que apenas miras las libretas que entregaba. Aparte de lo que veía, Naruto no podía entrar en sus pensamientos para adivinar lo que ocurría con él. Shikamaru cuando lo deseaba, ocultaba todo, dificultando muy grande su trabajo.
—¿Crees que reaccione si le hablas? —escuchó a su lado. Nuevamente Hinata sonreía hacia él, mientras regresaba la mirada hacia donde Shikamaru observaba. Inmerso en sus pensamientos, y bostezando. Naruto aun no comprendía como era que había caído por él—. ¿Naruto?
—Solo le hablaré del trabajo, Hina, lo demás es irrelevante —carraspeó. Volteó hacia la dirección contraria, concentrándose en que la copiadora no empeoraba su trabajo.
—Vamos, Naruto, eres el único que puede hablar sin aterrarse por su mirada. Sé que amas esa mirada.
—¡Hinata! ¡Shhh! No puedes decir eso de la nada.
—Pero, si es la verdad. Eso lo sabemos solo nosotros, que el Sr. Nara lo sepa, es un gran avance.
Naruto negó, y tomó la gran pila de copias, ignorando la mirada divertida de la mujer, y el calor de sus mejillas. No le daría la razón, suficiente era que ella supiera mucho más sobre él, que él mismo. Era imposible. Refunfuñando se fue a su escritorio, sintiendo la presencia de ella detrás suyo. No se detuvo, incluso si extrañamente se sentía como un animal pequeño siendo asechado.
Frunció el ceño, y volteó para molestar a su amiga por su repentina actitud, solo para chocar con un gran pecho, con ello parte de las copias cayeron al suelo. Claramente no era su amiga, y tampoco era el ser indicado para haber cometido un error.
—Lo siento —habló Shikamaru, levantando lo poco que cayó. Naruto no respondió, no porque no quería, sino que acomodaba los lentes de su corazón para poder actuar sin ser tan idiota.
—Tranquilo, Sr.Nara. Fue mi culpa.
—Esta bien —continuó Shikamaru, acercándose a él, mientras dejaba las copias sobre sus brazos. Distancia que aprovecho para hablar—. Senpai. Nos vemos en la oficina —hizo un ademan, alejándose de su posición.
Naruto asintió, sin tener mucho que decir. Vamos, había escuchado su palabra favorita, de la persona que le gustaba, y de la que también estaba huyendo. Era como estar a prueba de sus sentimientos, o, todo lo contrario. Suspiró, frente a su escritorio abandono todo. Era claro que no podía continuar en ese lugar, incluso hace días atrás había escucho de una posible atracción hacia él, pero eso no confirmaba nada.
Shikamaru aún estaba inestable, una relación que ni siquiera podía manejar después de una infidelidad. Todos lo decían, incluso si el chisme estuviera prohibido dentro de la empresa, cuando se trataba de su jefe, las habladurías no paran. Ya no era un secreto que el hombre más joven de la familia Nara se estuviera divorciando.
El doncel abrió el cajón de su escritorio, y de allí saco el sobre que había dejado en el olvido. Su auto-castigo ya había sido suficiente. Se sentía culpable en cierto punto, quizás alejarse sería su única opción.
Vivir o morir, ya nada.
De todas maneras, Shikamaru es un idiota que no sabe que elegir.
Tocó tres veces la puerta, y sin esperar una respuesta entró. No se sorprendió al verlo acostado sobre el gran sofá, como todas las veces que lo veía, su primera reacción sería regañarlo, olvidando su claro posición. Esta vez, fue distinto. Dejó sobre el escritorio el sobre, mientras se cruzaba de brazos frente al hombre, esperando a que reacciona a su presencia.
—¿Qué ocurre? —preguntó Shikamaru, reincorporándose.
—Renuncio.
—Espera-
—Creo que esto es necesario, he sido culpable del cambio en el ambiente laboral —cosa que es una mentira a medias, respondió su mente, pero de igual manera continuó—. Espero que pueda aceptarlo, y agradecerle por dejarme estar en esta posición.
Naruto se inclinó suavemente, no iba esperar una respuesta, sin importar qué. Él se iría. Un corazón sin lentes es mejor, con esto podía tomar la oportunidad de tomar unas largas vacaciones.
—No puedes renunciar de esta manera.
El doncel rodó los ojos, regresando hacia él. Tenía todos los derechos para abandonar su trabajo, le gustaba la mirada repentinamente decidida del varón, pero no cambiaría la postura que estaba él tomando. Shikamaru quería imponer su poder como si nada. Está bien, él era el jefe, y Naruto un empleado, pero ¡Él se sabía todas las leyes a su favor, un poco más y la policía sería una opción muy buena! ¡Vamos! Naruto no tenía mucha paciencia, y menos con todo lo que había pasado.
Shikamaru alzó una de sus cejas, mientras observó como el rubio cruzó sus brazos frente a él. No era una actitud buena, pero sí lograba ser intimidante.
—¿Motivos? —cuestionó el doncel. Shikamaru no respondió, mientras se levantaba de su lugar—. Bien, no hay respuesta. Gracias por todo, Shikamaru.
—Si lo haces, perderás la oportunidad de conseguir otro trabajo. Y créeme, puedo hacer eso.
Naruto acarició su sien sin poder creer que las palabras del varón fueran ciertas. Ni siquiera parecía mentir por la repentina determinación que había adquirido cuando camino hacia el escritorio y rompió el sobre que no había abierto. Además, ¿Quién se creía ese idiota como para hablarle así? Si quería enojarlo, Shikamaru lo había logrado.
Maldito corazón ciego, ¡¿Por qué te gusta este idiota?!
—Bien, así será. Viviré enla calle gracias a ti, nos vemos, imbécil.

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Incognito amor; ShikaNaru
Fiksi PenggemarNo hay nada más que Naruto ame, que no sea su trabajo, y también a su vago jefe. Su corazón tiene miopía, por lo que no puede culparlo al fijarse en alguien ya no disponible. Igual puede vivir con eso... o eso quiere decir. Ahora, Shikamaru no es a...