Chapter 6

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Harry Potter and The Half-blood Prince.

"A partir de aquí el fanfic se vuelve un poco AU, pero no se preocupen, será divertido y no pienso hacerlo una situación permanente"

El Señor Oscuro había ganado muchísimo poder en los pocos meses que se había conocido su existencia, con el Ministerio desmoronándose por la mala administración y las mentiras de Fudge, era bastante fácil que poco a poco el Lord fuera adentrándose cada vez más en la institución.

En un inicio había maldecido a Granger por regresar al colegio, pensé que debía huir lo más lejos posible de todo este caos, pero tras pensar fríamente en mi despacho entendí, fuese donde fuese seguiría siendo la mejor amiga de Potter, seguiría siendo una Muggle Born y sería perseguida y torturada hasta la muerte. También estaba el hecho de que la chica era una verdadera amiga, de ese tipo de amistad que prefiere la muerte antes que la traición y además, era una Gryffindor, una que había demostrado más de una vez ser más valiente que todos sus amigos juntos, así que inevitablemente pelearía hasta el final.

Habían pasado tres meses y medio del 6to curso del subnormal de Potter y el incompetente de Slughorn no tuvo una mejor idea que dejarme a cargo de su clase por asuntos personales, asuntos personales que estoy seguro incluyen visitar a algún antiguo estudiante para sus fines personales. Mientras los alumnos que quedaban en Pociones Avanzadas realizaban un filtro de paz, yo me dedicaba a analizar a los "elegidos".

En la primera mesa a la derecha estaban Hermione Granger _¿quién si no?_, a su lado estaba Neville Longbottom _¿Longbottom? ¿Qué diablos hacía ese impertinente, inútil e ignorante en Pociones Avanzadas?_ Detrás estaban Hanna Abott y Erni Macmillan de Huffelpuff _no una maravilla, pero tampoco nada alarmante_. Del lado izquierdo del aula estaban, en la primera mesa mi ahijado Draco, junto a él Parkinson _¿Parkinson? Si esa es tan inútil como Longbottom en Pociones_ Detrás estaban Potter y Weasley _Ahora sí... ¿Qué diablos había aceptado Horace en su clase? ¿Y ningún Ravenclaw? Eso sí es raro o tal vez consideraron que el profesor Slughorn era tan idiota que no había nada que aprender de él_ Mientras pensaba en ello escuché un estruendo en el aula y un humo grisáceo verduzco lo cubrió todo, luego escuché el llanto de un niño y en un instante muchos niños llorando. La cabeza me daba vueltas, aún así logré enfocarme lo suficiente para disipar la niebla con un solo movimiento de varita y entonces grité.

-Maldita sea Longbottom, ¿acaso su ineptitud es infinita? ¿ahora qué ha provocado?- pero al mirar al chico noté que tanto Granger como Macmillan habían conjurado una barrera en su área de trabajo evitando así que sus compañeros y con ello me refiero a Abott y Longbottom, quedaran dentro del rango de la explosión.

-No fue él señor, fue Malfoy- respondió la Gryffindor con su altanería habitual.

-Nadie le pidió su opinión Granger, cinco puntos menos para Gryffindor- siseé acercándome a la mesa de mi ahijado donde aún lloraban Draco, Parkinson, Weasley y Potter convertidos en bebés- maldita sea, cállense partida de mocosos- grité haciendo que lloraran aún más.

-Profesor, si me permite...- intervino Granger señalando a los bebés.

-Haga lo que quiera- bufé girando el rostro, lo que me hizo notar un sobre plateado y verde sobre la mesa de Draco.

Padrino:

Si estás leyendo esto es porque el hechizo y la poción funcionaron. Hace unas semanas el Señor Tenebroso me dio la misión de llevarle la sangre de Granger, no sé con que finalidad, pero en fin, lo importante es que no voy cumplir con la tarea y además no deseo seguir viviendo en las condiciones que lo hago.

Suicidarme sonaba demasiado patético, así que decidí reescribir mi existencia, quiero que me críes tú y  de no ser posible, que sea Granger, no quiero vivir ni aprender a vivir con los mismos prejuicios y creencias. Por favor protege a Granger, su sangre es importante aunque no sé por qué, quizás sea la clave para derrotar al Lord.

El hechizo y la poción en conjunto hacen que mi estado sea permanente, por lo que volveré a tener 16 dentro de unos 13 o 14 años. Si alguno de mis compañeros resulta afectado con la poción volverán a la normalidad en la misma cantidad de semanas como años retrocedieron. Adiós padrino... o ya debería llamarte papá?

Atentamente... Draco Lucius Malfoy Black.

PD: No me cambien el primer nombre, pero sí renuncio a mis apellidos y deseo ser un Snape... o Granger.

No podía creer lo que había hecho el muy... ¿qué podría decir?, no es como que fuera una idea tan descabellada después de todo, pero... _¿Granger? ¿En serio? ¿Qué querría el Señor Tenebroso de una nacida de muggles? Y sobre todo... ¿Por qué diablos yo no sabía nada de esto? _

-Granger- llamé a la chica que tenía en sus brazos a unos ya calmados Potter y Weasley, mientras Longbottom mecía suavemente a una dormida Parkinson y mi ahijado era el que aún lloraba.

-¿Si profesor?- respondió la chica pasando a Weasley a los brazos de su compañero Gryffindor para recoger a Draco que ante un pequeño arrullo de la castaña se calmó completamente- ¿Profesor?- volvió a preguntar puesto que me había quedado en silencio observando atónito la escena.

-Sí, usted y Longbottom acompáñenme a la oficina del director con los mocosos, Macmillan y Abbott, limpien y organicen el aula de pociones antes que regrese y pongan sobre mi escritorio una muestra de la poción de Draco- ordené y salimos rumbo a la oficina de Albus.

En poco menos de cinco minutos recorrimos los pasillos hacia la torre de la dirección, dije la contraseña "Butter bisques" y avanzamos hasta llegar frente a Albus, que al notar la presencia de los estudiantes recompuso su semblante.

-Severus, ¿qué te trae por aquí?- preguntó con una sonrisa inquisidora, pero sin dejar de ser cálida.

-Lee- fue lo único que dije poniendo la carta de Draco frente a él.

-Mmm, ya veo, tenemos serios problemas- susurró después de un minuto- señor Longbottom, entréguele los niños al profesor Snape, vaya por la red flu a la enfermería y dígale a Madame Pomfrey y la profesora MacGonagall que requiero su presencia de inmediato.

-Sí profesor- sentenció el chico y tras entregarme a los mocosos, desapareció por la chimenea, despertando a Weasley y Parkinson que inmediatamente después de ver mi rostro comenzaron a llorar.

-Shhh, Ron, Pansy, el profesor es bueno, no les hará daño- alcé una ceja ante la declaración de la castaña a lo que ella respondió frunciéndome el ceño, lo cual fue inquietante, para volver a susurrar el mismo arrullo que le hizo a Draco, funcionando de la misma manera con los dos en mis brazos.

-Interesante- murmuró Dumbledore mirando pensativo a la castaña.

-Albus, qué sucedió?- preguntaron Minerva y Poppy entrando a tropel por la chimenea.

-El señor Draco Malfoy se ha convertido en un bebé permanentemente y ha renunciado a su sangre Malfoy, en el proceso convirtió a Pansy Parkinson, Ronald Weasley y Harry Potter también en bebés, calculo que dentro de unas 13 a 14 semanas los tres últimos volverán a ser de 16 años- declaró Albus señalando a los niños pequeños.

-Por Merlín, esto es gravísimo- exclamó Minerva mientras Poppy aplicaba algunos hechizos de diagnóstico.

-Están bien, solo el señor Malfoy involucionó el cuerpo a tal punto que desapareció todo rastro de su vida pasada, tengo que vacunarlo lo antes posible- explicó la enfermera mirando al director.

-Gracias Poppy, pronto llegaremos a  eso- sonrió el viejo y luego se giró para mirar a todos los presentes- está demás decir que esta situación no puede salir de Hogwarts. Para ello, los profesores aplicaremos un hechizo amarralenguas a los estudiantes- todos asentimos, tenía sentido- los estudiantes no pueden hacerse cargo de los pequeños así que he pensado que Minerva podría acoger a Ronald Weasley, Poppy a la señorita Parkinson y Severus con ayuda de la señorita Granger hacerse cargo de Draco y Harry.

Espero les guste el nuevo giro de los acontecimientos. Por favor déjenme sus comentarios al respecto. 😘

Prophecy of Blood (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora