Chapter 14

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Primera profecía...

Mis aposentos parecían un campamento, la mitad del profesorado, tres alumnos (Longbottom, la chica Weasley y Lovegood), Lupin, Black, la pareja de Malfoys y los cuatro niños esperaban ansiosos a que terminase la poción para poder curar a la razón de tal concentración de personas.

-La poción debe reposar una hora antes de poder administrarla, ahora solo queda esperar- anuncié sin mirar a nadie, solo a la chica con expresión de dolor en una cama en la esquina de la habitación- Poppy, ¿cómo están sus signos vitales?

-Estables, por ahora- respondió la mujer apesadumbrada.

Después de eso, nadie habló, cada uno en su propio mundo, hasta que, a la hora en punto, la poción adquirió una tonalidad dorada y comencé a vertirla en viales, justo para sentir el ardor en la marca tenebrosa.

-¿Qué hacemos, Severus?- preguntó Narcissa mirando a su marido palidecer.

-Váyanse, yo... maldita sea, díganle que ustedes intentaron comunicarse conmigo y Dumbledore les dijo que me tenía trabajando en una cura para Hermione- gruñí, pues el ardor me estaba matando, el Lord estaba enojado.

-Vale, nos vamos- asintió Narcissa y guió a su esposo a través del flú.

-¿Estás bien, Severus?- preguntó Minerva preocupada.

-Sí, con suerte, será solo un Cruciatus por no ir- dije haciendo a todos los presentes fruncirme el ceño, pero no hice caso, me dediqué a terminar de envasar la poción- Poppy, necesito que controles sus signos vitales mientras le administro la poción, al mínimo cambio, me detienes, demasiado de esto podría sobrecargar su magia y hacerla explotar- dije seriamente causando un gemido bajo de Minerva- Albus, ataduras mágicas, esto va a doler.

Mientras el líquido dorado bajaba por la garganta de Hermione, le recé y pedí a todos los dioses en los que nunca creí, que sobreviviera, que se quedara a mi lado. Los espasmos comenzaron casi al instante, al terminar el primer vial, Poppy me ordenó que parara y así lo hice, Hermione gritaba y se retorcía como si la estuviesen torturando nuevamente y eso me atravesó como un dolor propio.

-Sev... erus- murmuró, la voz sonaba ronca y lejana, pero era su voz.

-Estoy aquí, Hermione, justo aquí- exclamé sentándome junto a ella, agarrando su mano con fuerza, me preocuparía más tarde de mi fachada- ¿cómo te sientes?

-Cansada- respondió con una temblorosa sonrisa, justo antes de sumirse nuevamente en la inconsciencia.

-¿Qué sucede, Poppy?- preguntó Minerva tomándome la delantera.

-Está agotada, sus órganos se están restaurando, pero necesita descansar, el cuerpo de la señorita Granger ha sufrido mucho desde que llegó a Hogwarts, lo peor de las aventuras de Potter siempre se lo ha llevado ella, la poción multijugos con pelo de gato, el basilisco, las lesiones internas por los golpes del sauce boxeador, la maldición de Draco Malfoy, la gripe por sumergirse en el lago, la maldición cortante de Antonin Dolohov, las lesiones que le han inflingido otros estudiantes por ser más inteligente que ellos y ahora, la exposición prolongada a la tortura del Cruciatus, es demasiado para un cuerpo, y aunque la magia hace que el cuerpo sane rápidamente, el alma queda llena de cicatrices y estas pesan, creo que todos los aquí presentes, exceptuando a los niños, saben de lo que hablo.

-La mayoría de sus cicatrices las hemos causado los presentes por nuestra incompetencia- intervino Albus asintiendo a las palabras de la enfermera- yo mismo, he sido bastante descuidado con la seguridad de la señorita Granger, supongo que siempre la he considerado tan capaz que no había sido consciente de cuán imprudente estaba siendo y creo que decirles lo siguiente aclarará bastante por qué nunca tuve en mi mente que pudiéramos perder a la señorita Granger.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2024 ⏰

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Prophecy of Blood (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora