Las Crónicas Del Bosque Encantado. Libro I: Cambia Formas(Otherkins Transmorfos)

Libro 1: Cambia Formas. Capítulo 4.

Mihály se despertó sintiendo calidez. Al abrir sus ojos vio a Elizabeth entre sus brazos, profundamente dormida, se veía tranquila. Realmente era casi imposible pensar que esa chica era tan explosiva. Sintió que se movió un poco entre sus brazos y poco a poco abrió sus ojos, cuando estuvo bien despierta levantó su cabeza mirándole.

- ¿estas despierto? - preguntó, él no respondió, quería ver que haría si estuviera dormido. Ella lo miró un poco y luego volvió a acostarse entre sus brazos, quedándose en silencio, por lo que Mihály creyó que se volvería a dormir, pero sintió que apretó su mano contra su pecho y la miró, ella parecía estar en su mente.

- (¿será que esa criatura aún puede hablar telepaticamente con ella?) - pensó para si mismo, preocupado, hasta que la escucho hablar.

- no puedo... estar a su lado... - susurró y él se confundió, ¿se refería a él? ¿O a ellos en general?... ¿O acaso se refería a alguien más? Esa posibilidad le hervía la sangre ¿acaso no la había encerrado y ocultado lo suficiente? - pero, quiero quedarme aquí... - la escuchó susurrar. Eso lo sorprendió, parecía hablar para si misma muy bajito para no despertarlo. Ella se apegó un poco más a él y sintió un leve calor en su cara, pues estaba sonrojado. Sonrió un poco, ya que como tenía su cara escondida en su pecho no podía verle, después de unos minutos la abrazó un poco y ella se movió y levantó su cabeza - ¿ya despertaste? - preguntó.

- si - respondió simple, ella se quedó en silencio y volvió a bajar su cabeza, no quería separarse de su abrazo, eran pocos los que había recibido en toda su vida, y en realidad era muy agradable y cálido. Pero no podía. No debía, y lo sabía. Así que con cuidado se separó de él y se levantó de la cama, él se sentó en la orilla - es extraño que no me hayas sacado a patadas cuando te levantaste, y que hayas tardado en rechazar mi abrazo - comentó curioso.

- simplemente no estoy de humor para pelear en este momento - respondió ella dando una excusa mientras se dirigía a la ventana, la intentó abrir pero no pudo - Mihály, ¿le pusieron llave a la ventana o algo así? - él negó - creo que está trabada... - comentó. Él se levantó y fue hacia ella e intento abrirla, lográndolo fácilmente.

- ¿de que hablas? Esta perfectamente bien - dijo y la volvió a cerrar, ella volvió a intentar abrirla pero no lo conseguía, incluso haciendo uso todas sus fuerzas.

- ¡¿por que tú si la puedes abrir y yo no?! - preguntó con una vena resaltada mientras trataba de abrirla - ¡joder! ¡Abrete ya, condenada ventana! - ordenó haciéndolo reír. Él la abrió con una sola mano sin usar fuerza y la fémina se deprimió dramáticamente - maldición, ¿por qué a mi? - masculló haciéndolo reír de nuevo, la puerta del cuarto se abrió dejando ver a Jasha.

- vaya, ya despertaron. Creí que se quedarían durmiendo una eternidad - comentó acomodando sus lentes, eran oscuros por lo que la chica tampoco podía verlo.

- ¿por qué lo dices? - preguntó la chica confundida.

- se veían muy cómodos durmiendo abrazados - contestó mostrando una foto. El rostro de la chica paso por todos los tonos de rojo habidos y por haber.

- ¡dame eso! - exigió tratando de quitarle la foto, y al final lo logró - ¿donde rayos hay un encendedor cuando lo necesitas? - murmuraba buscando entre sus bolsillos, pero le arrebataron la foto. Ese habia sido Mihály.

- no dejaré que la quemes, es mi primer recuerdo durmiendo contigo, así que yo me la voy a quedar - dijo divertido y a ella se le resaltó una vena. Por fin consiguió el encendedor de bolsillo y miró al de ropas negras.

- dame la foto - exigió mirándolo mal.

- ¿no crees que me la debes después de lo que hicimos por ti anoche? - ella se quedó callada y le tiró el encendedor, él lo atrapó justo como lo predijo y ella se dio vuelta y se acostó en la cama - ¿te rendiste? ¿Tan fácil? - preguntó confundido.