Maurice Wayland Bellard

¡¡¡Oh Mills!!!

Yo lo sabía, eran ellos, habían encontrado donde estaba parando, y venían por mi.

Comenzamos a escapar, pero Mills estaba muy cansado no se que le ocurría. Tuve tiempo para mirar de que eran 5 tipos, uno mas grandote que el otro llenos de runas. Y obviamente, un perro.

Comence a pelear con ellos, deje inmoviles a los 4 , pero había uno que estaba muy libre, fue un segundo, que el agarro a Mills, y le quebró el cuello.

Mills había muerto.

Inmediatamente corri hacia el, pero no pude hacer nada, estaba muerto, tan frío, y tan, tan, no hay manera de explicar lo horroroso que se sintió eso.

Cuando levante la mirada, el tipo ya no estaba pero si estaba el perro. Comence a correr, hasta terminar en un callejón sin salida. Sin querer, hice enojar mucho al perro, y se convirtio, en algo que era realmente asqueroso, lleno de tentáculos, supuse que era un demonio, cuando me decidí a enfrentarlo, recorde que no tenía armas para defenderme.

Ese era mi fin.

Solo me queda correr o intentar relajar mi cuerpo para que no me duela tanto. Le tire un tarro de basura, cuando le tire, habia una botella de gasolina, y revisé mis bolsillos y tenia un encendedor, pues, iba a quemar a esa cosa horrible que que quería asesinarme.

Lo prendi fuego y lo tuve tan cerca senti como uno de sus tentaculos quería tocarme pero no podía. Cuando exploto todo, el animal salio volando en pedazos, supuse que ese era el fin y pude relajarme un poco.

Cuando presto atencion, se estaba regenerando se volvio a unir, y si que estaba muy furioso, trastabille por mi cabello y me quede acorralada contra la pared, lo vi que venia a toda velocidad contra mi, devuelta, ese era mi fin.

Cuando veo a un chico rubio, que vino con su espada de Cazador de Sombras y mato al demonio.

En ese instante suena mi telefono, era mi madre

-Mamá?

-Hija, me encontraron, estaba en Buenos Aires, busca a Tom y dile que Valentine me esta buscando. Te amo.