Maurice Wayland Bellard

Lo amaba.

ADVERTENCIA: Este capítulo, puede contener partes inadecuadas, para menores de 14 años, contienen escenas de sexo y / o lenguaje de sexo. Leer este capitulo queda bajo estrictamente y únicamente bajo la responsabilidad del lector.

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Cuando vi que reaccionó, mi corazón estallo en una especie de felicidad inmensa que tuve que dejar salir en una sonrisa muy grande y luego transformarla en un beso suave sobre los labios, secos y pálidos de Luke.
El reacciono al milisegundo, sonriendome con su forma que tanto amaba,logro sentarse y decirme.
-¿A qué se debe ese honor?
-¿Qué honor? Pregunte haciéndome la desentendida.
-El beso.
-Me he dado cuenta que te amo. Este ultimo tiempo me hacía muchísima falta tus besos, tus abrazos, extrañaba sentir tu piel traspirada sobre la mía, extrañaba tus olores, extrañaba poder gritar "Luke" cuando estoy en problemas, y que corras heroicamente hacia mi. Realmente, te amo Luke. Y me importa una mierda si tienes novia o no, yo te amo y estoy segura deque tu también.
-Pues, tienes razón, cuando te fuiste por esa puerta yo, corte con Azy y le deje bien en claro las cosas, nosotros veníamos peleando de hace mucho ya. Era hora de ponerle un fin. Te amo Maurice, sin importar nada, ni nadie.
Me levante levemente y tome su rostro y lo bese, tiernamente al principio y luego nos fuimos poniendo mas atrevidos, y comenzamos a descestirnos, era de noche, estábamos en un techo, si queríamos volver a sentir nuestro calor, pues era una noche muy fría, no habría problema.
Comenzó a quitarse la camisa, y saco mi sostén, comenzó a besar mi cuello, luego bajo hasta mi pecho, y comenzó a besar mis pezones, esto se sentía realmente bien. Saque su pantalón con mi boca, pues me había puesto muy atrevida, y su bóxer también. Comenzó a tocarlo, y ya se corrió, por lo cual me levanto, me puso contra una columna y comenzó a frotar su sexo contra el mio. Yo empecé a respirar rápidamente contra su cuello, sabia que no quedaba mucho tiempo, ahí fue cuando entró dentro mio. Y yo solté un leve gemido de placer, pues esto se sentía realmente bien.
Terminamos agotados, ese era mi hombre, el se había dormido y yo me quede admirando sus cabellos rubios al amanecer, me quede viendo el hombre que tenia a mi lado.
Lo amaba.