Un Paso Más en el Infierno

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Narradora:

Desde aquel día Cesar trataba de escapar cuando tenía oportunidad, pero todos sus intentos eran fallidos y traían consigo graves castigos, era golpeado por los ejecutivos con la excusa de que trataban de "disciplinarle", sin embargo, en muchas ocasiones se excedían y una clara prueba de ello era una cicatriz hecha por Trébol que marcó su ojo derecho. Cesar cubría aquella marca con un mechón de su cabello, además de considerarla una marca de impotencia, miedo y odio hacia la familia. Doflamingo se ponía furioso cuando se pasaban con los castigos debido a que en muchas ocasiones Cesar pudo haber perdido la vida. Para tratar de evitar los castigos, cada mañana después de estos le daba una oportunidad para que cambiará de opinión, pero todos sus intentos fueron inútiles.

De regreso al presente.

Narra Cesar:
Hablar con Violet era una de las cosas que me mantenían cuerdo,  ella era como una hermana mayor para mí. Pasé unos minutos hablando con ella, pero se tuvo que ir, alguien se estaba acercando y no podían ver que me estaba ayudando porque se metería en problemas... Como me hubiera gustado hablar más tiempo con ella.

Cuando se fue, volví a acostarme en mi cama para pensar un poco en todas las discusiones que he tenido con Doflamingo, a veces pensaba en ceder fingiendo que cambié de opinión para tener libertad y de esa forma hacer caer a la familia, pero me negaba a esa idea, porque sabía que tendría que demostrar "verdadera lealtad" y tendrían que morir muchos por mi mano, así que me mantenía firme. Otras veces me siento cansado de luchar, he considerado que morir sería la solución más práctica a mi problema, sé que es un poco drástico pensar en una muerte así o pensar en la muerte de esa forma, pero es difícil mantenerte positivo después de muchos años de intentos fallidos de escape, la muerte se ha convertido en mi plan B... 

Lo que no sabía era que mi sufrimiento solo iba a empeorar y la muerta no llegaría a mí para impedirlo.

La mañana siguiente.

Era de madrugada, no pude dormir por el hambre que tenía y de pronto sentí que mi cuerpo comenzó a moverse por su cuenta, reaccioné confundido y alarmado.

Cesar: «¿Qué está pasando?»

Doflamingo: Fufufufu ¡Buenos días hijo! Te tengo buenas noticias, ¡Ya no estás castigado y hoy nos acompañas a una misión! ¿No es eso emocionante? Al fin tendrás tu primera misión.

Cesar: ¿QUE ESTAS HACIENDO? !SUÉLTAME YA¡ TE DIJE QUE NO FORMARÍA PARTE DE LA FAMILIA.

Doflamingo: Fufufufu Yo te di la oportunidad de que aceptaras por las buenas, ahora serás parte de la familia quieras o no.

Cesar: «!Demonios bajé la guardia!»

El maldito estaba usando sus hilos para mover mi cuerpo, trataba resistir, pero era inútil. Ya no tenía escapatoria de ninguna manera.

Cesar: «Lo que me faltaba»

Narra Violet:
Desperté al escuchar unos gritos, estaba horrorizada al reconocer la voz de Cesar, era muy temprano para que lo estuvieran maltratando y me preocupé de lo que le estuvieran haciendo esta vez.

Salí de mi habitación siguiendo el ruido y al llegar a las escaleras pude ver a otros oficiales que también se levantaron por el ruido además de cómo Doffy tenía a Cesar de marioneta, sentí como mi corazón se hacía pedazos. Ya conocía los otros castigos que había sufrido y sabía de sobra lo crueles que eran, pero esto era otro nivel, definitivamente se habían pasado de la raya y lamentablemente no podía hacer nada por él, debía mantenerme a raya sin que sospecharan de mi para en un futuro ejecutar el plan que tenía con los tontatta y derrocar a Doffy.

El hijo de Doflamingo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora