El hijo de Doflamingo

¡Bienvenido a Tu Nuevo Hogar!

Narradora:

Ya había amanecido, la familia de Cesar se había despertado temprano y  cada uno se dirigió a realizar sus actividades diarias mientras que Cesar seguía dormido, estaba tan cómodo por ser la primera vez que dormía sin preocupación de ser torturado al día siguiente o que despertaría en la misma habitación que se había convertido en una celda, además nunca pudo tener buenos sueños, siempre tenía pesadillas por todo lo que sufría. Su abuela llamó a la puerta y al no recibir respuesta asumió que todavía se encontraba dormido, cuidadosamente asomó su cabeza por la puerta para observar a su querido nieto tranquilo en su cama.

Elenio: ¿Sigue dormido?

Obelia: Si, y creo que es mejor que duerma, después de todo lo que ha pasado debe estar muy cansado.

Elenio: Si, es verdad y le espera un día un poco agitado, la Sacerdotisa invitó a los líderes y conocidos de Alaia de otros pueblos, apuesto a que habrá una fiesta de celebración y bienvenida para él.

Obelia: Solo espero que no lo molesten demasiado con los saludos, presentaciones y todo lo que eso implica. Todavía no está acostumbrado a eso.

Elenio: Lo sé, debería ir a hablar con la Sacerdotisa para que les comunique la situación a los invitados y no haya problemas.

Obelia: Es una buena idea.

Estaba a punto de salir cuando en la puerta se topó con Kárter y Ángela.

Los dos: Ya volvimos abuelo.

Elenio: Buenos días otra vez, ¿Qué los trae de vuelta?

Ángela: Queríamos acompañar a Cesar para que se sienta más cómodo y también que nos conozca mejor.

Kárter: Además le queremos enseñar sobre algunas dimensiones para que pase la celebración sin problemas y le traje algo de ropa.

Obelia: Es muy lindo de su parte, pero ahora está dormido y es mejor dejarlo descansar.

Kárter: No importa, podemos esperar a que despierte, hasta mientras les ayudamos con algo como limpieza, a preparar comida o lo que sea.

Elenio: Jejejeje bueno si ustedes insisten. — deja pasar a los jóvenes — Ayuden a su abuela, yo debo ir a hablar con la sacerdotisa.

Ángela: Esta bien abuelo, nos vemos más tarde.

Elenio se va dejando a su esposa con sus nietos.

Después de unas horas Cesar despertó y se dirigió a buscar a su abuela, se emocionó al encontrar a sus primos. Ángela se dio cuenta de la presencia del muchacho.

Ángela: ¡Hola! ¡Ya despertaste¡ ¿Qué tal dormiste?

Cesar: Hola, dormí bien. — un poco tímido.

Kárter: Que bueno, por cierto, buenas tardes.

Obelia: Hola querido ¿Quieres comer algo?

Cesar: Hola abuela, sí, tengo un poco de hambre... espera ¿Dijiste buenas tardes? ¿Qué hora es?

Kárter: Es la una. — Cesar pone una cara de vergüenza — No te avergüences, necesitabas dormir así que te dejamos.

Obelia: Kárter no lo incomodes. Ven cielo, toma asiento ahora te traigo algo. — después de unos segundos llega con unas tostadas con jalea, huevo frito con tocino y jugo de naranja — Aquí tienes.

Cesar: Gracias.

Empieza a comer mientras su abuela regresa a la cocina, Ángela termina de arreglar la sala y Kárter va a buscar su mochila.