LIA
-¿Que tal en el castigo con el mimado jefe? -Me preguntó Angy mientras lanzaba un cojín al aire.
-No tan mal como esperaba. -le contesté yo.
Estábamos el trío calavera en casa de Angy. Como de costumbre, ya que sus padres no estaban.
Emma me pasó el cigarro y le pegué una calada. Expulsé el humo lentamente.
Fumábamos en la habitación de Angy porqué sus padres nunca estaban en casa y apenas se preocupan por ella. No lo notaban nunca.
Yo no estaba enganchada al tabaco, solo fumaba cuando me apetecía, en cambio Emma si que lo estaba. Y Angy también.
-¿No es tan estúpido como parece? -me preguntó Emma.- Digo, en privado puede ser diferente a como es en público.
-No, no es como Sophie si esa es tu pregunta. -le contesté yo.
Jake no parecía tan mimado cuando estabas sola con él. Podía llegar a ser majo. Pero no era mi tipo de amistades.
-Sigue siendo un niño mimado. -Concluyó Angy.
JAKE
-¿Lo has pasado muy mal con la macarra esa? -Me preguntó Sophie acariciándome el brazo. Justo acababa de entrenar con el equipo. Ella se había quedado a verme.
Antes algo así me hacía ilusión. Me gustaba pasar tiempo con ella. Ahora cada vez menos.
Cada vez, Sophie me atraía menos como mujer. Puede ser amable y educada pero ya estoy cansado de ella.
Se que a mi familia le encanta pero a mí ya no.-En verdad no. -Le contesté sincero- No ha sido tan malo.
-No se como has podido soportarlo. -Comentó ella ignorando mi respuesta.- Mírala, por ahí va.
Dirigí mi mirada siguiendo la suya y vi a Lia. Su larga melena castaña clara despeinada, como siempre. Pero no le quedaba mal.
Iba con los brazos sobre los hombros de sus hermanos Finn y Luke. Con uno a cada lado. Ellos le estaban contando algo y ella reía.
Lia no era bajita pero sus hermanos ya la superaban por un poco.
Luke se giró y me vio.
-¡Ey Jake! ¿Vas a casa? -me preguntó alzando la voz.
Dejaron de andar y Lia me miró fijamente. Esas miradas suyas que creo firmemente que pueden llegar a romperte.
Lo cierto era que sí, iba a casa. No me apetecía seguir con Sophie. Estoy con ella todos los días así que descansar de ella no viene mal.
Además, no calla.
-¡Sí! -les dije alzando la voz para que me oyeran.- Lo siento Soph. Le había dicho a mis padres que hoy cenaría con ellos. Vuelve mi hermana.
-Oh claro. -Dijo ella algo decepcionada.- Pues nos vemos mañana entonces.
-Claro. Hasta mañana. -me despedí y ella se acercó y me dio un beso en la mejilla, cerca de los labios.
Ella se fue por su camino y yo fui hacia los gemelos y Lia.
Ella estaba seria y le susurraba algo a los gemelos.
No me miró.
-Genial, vamos. -dijo Finn.
Empezamos a caminar. Lia ya no abrazaba a sus hermanos. Rebuscó algo y sacó un cigarro del bolsillo de su chaqueta. Después sacó el mechero y lo encendió.
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Don't judge the bad girl
RomanceUn chico bueno. Una chica mala. Un amor prohibido. Una horrible tragedia. Descubre como nunca hay que juzgar a un libro por su portada y nunca hay que juzgar a la chica mala.