𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 9

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[ Sonic Speed ]

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[ Sonic Speed ].

Habían pasado unas horas desde que mis padres nos dieron la noticia y retiraran el castigo. Me pareció bastante conveniente que fuera justo el día que volvería al bosque, pero decidí que por ahora no me preocuparía por eso.

Había salido del palacio varios minutos atrás, caminaba por el mismo sendero de siempre hacia la pradera. Me sentaría como acostumbraba debajo del manzano a admirar el paisaje. Pero de camino recordé que la última vez que vine le había mencionado a Amy que volvería, pensándolo mejor podría ir a buscarla más tarde, aunque no sabía con certeza si anduviera por ahí.

Lo único que podía escucharse en el camino era el sonido de las hojas ser mecidas por la brisa suave de la tarde y algunas aves cantando sobre la copa de los árboles, el clima era agradable.

Me detuve al escuchar algo más, una voz, provenía del bosque. La curiosidad me ganó y seguí el sonido. Era la voz de una niña, muy parecida a la de Amy

Me acerque lentamente al lugar de donde provenía y me escondí detrás de un árbol al verla, sí era Amy, estaba de espaldas a mí, sostenía una canasta en su mano mientras observaba algunas flores.

— ¿Te gustan estás? —preguntó alzando una flor.

Me quedé confundido, estuve apunto de salir creyendo que hablaba conmigo, pero no tenía sentido porque no miraba en mi dirección, estaba mirando hacia un árbol. Me incliné intentando ver con quién hablaba pero lo único que pude ver fue a una pequeña ave de color azul.

El pequeño pajarito cantó agitando sus alas.

—está también, entonces —dijo guardando la flor en la canasta con una sonrisa

Entonces me dí cuenta de que estaba hablando con el ave. Seguí observando la escena pero noté que el pájaro veía en mi dirección, me escondí más detrás del árbol, pero era tarde. El ave comenzó a cantar agitando sus alas.

—¿Qué pasa? —oí a Amy. Me asomé un poco y miré como veía desconsertada al pajarito que señalaba con sus alas mi dirección, sin más remedio salí de mi escondite, siquiera tenía una razón para esconderme.

—Hola —saludé dejándome ver, Amy se sorprendió pero enseguida me devolvió el saludo.

—Sonic, hola, ¿hace cuánto llegaste?

—hace un rato. ¿Qué estás haciendo?

—¿Yo? —miré la canasta en sus manos, se percató de eso mirando también el objeto, lo levantó enseñándome lo que llevaba en su interior, tenía varias flores—, estoy recolectando flores

—¿para una corona?

—nope —negó—, es para decorar la casa de Lily.

—¿Lily?

—Sí...Claro, no la conoces —Dejó la canasta en el suelo y alzo su mano, enseguida el pequeño ave voló hacia ella—. Sonic, ella es Lily, mi amiga. Lily, él es Sonic, mi amigo.

𝐋𝐀 𝐋𝐄𝐘 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora