𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 10

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[ Amy Rose ]

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[ Amy Rose ]

Era viernes por la tarde y toda mi familia estaba en casa. Mamá estaba preparando la cena mientras yo jugaba con mi padre.

El juego comenzó porque papá me había leído uno de mis cuentos favoritos, para calmarme, había estado toda la tarde desde que había regresado papá de trabajar insistiendo en cuál nombre sería mejor para mi nuevo hermano o hermana.

Ahora tenía puesto mi vestido de princesa mientras mi papá usaba un cubierto de madera como espada y fingia ser un valiente caballero que venía a salvarme. Solo faltaba el temible dragón, pero como mamá no podía jugar ahora, decidimos imaginarlo.

—¡No tema dulce dama!, ¡ha llegado su salvador! —Me parecía gracioso ver cómo hacía maniobras con el cubierto simulando que era su espada.

Papá se detuvo frente al temible dragón imaginario; representado por los cojines del sofá y, con el cubierto lo derribó.

—¡Toma eso, malvado dragón! —dijo papá venciendo a la temible criatura.

—¡Sí! —celebré saliendo de la celda; también imaginaria.

Me lancé a los brazos de mi padre entre risas, me aparte mientras papá hacía una reverencia y tomaba mi mano plantando un beso en mi diestra.

—Fue un placer ayudarla, majestad. Estoy a su servicio.

—gracias, caballero —agradecí.

—No es nada, princesa.

Miré a mi padre curiosa, estaba hablando como los personajes de los cuentos que me leía por las noches. Todos, sean caballeros o no, eran amables con las princesas, pero nunca las llamaban por su nombre, lo que me daba mucha curiosidad.

—Papá, ¿por qué el caballero se comporta así con la princesa?, ¿y por qué no la llama por su nombre?

—porque así se les debe tratar a los nobles —explicó

—¿Los nobles?

—Sí, reyes, reinas, principes y princesas.

—oh, pero, no a todos les gusta ¿verdad?

—Aunque no les guste, igual se les debe tratar así.

Fruncí el seño confusa.

—¿Entonces por qué cuando vino Sonic no lo trataramos así?, él dijo que no le gustaba.

Estaba confundida. Mis padres se miraron entre sí, sopesando su respuesta.

—Sonic es solo un niño —habló mi madre, mientras servía la cena—, quizás cuando crezca cambié de opinión.

Papá tomó asiento en el sofá dando por terminado nuestro juego.

—Sonic es un buen niño, y no cabe duda de que algún día será un buen líder.

𝐋𝐀 𝐋𝐄𝐘 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora