𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 2

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Ambos erizos estrecharon sus manos y continuaron con su camino

Ya era algo tarde, el erizo azul solo se dedicaba a seguir a la contraria en silencio

La pequeña al percatarse de tanto silencio se detuvo para mirarlo

-oye

-¿Mmm? -La eriza lo miro y siguió su camino.

-no, nada

El camino siguió en silencio, al poco tiempo llegaron a una pequeña casa algo apartada del resto del pueblo.

-aquí es, llegamos.

La eriza tomó la mano el erizo y con una sonrisa corrió hacia la entrada de aquella casa y tocó la puerta con alegría

Esto le causaba gracia al azulado, miró a la eriza con una sonrisa adornando su rostro y no pudo evitar soltar una risita

La eriza lo miró confundida, estaba apunto de reprocharle cuándo la puerta se abrió dejando ver un erizo rosa con una taza de té.

-¿Rosita?

-¡Papiiiii! -La pequeña se abalanzó sobre su padre quién la tomó entre sus brazos para darle vueltas mientras ambos reían.

El pequeño azulado los miraba con atención, por un momento se sintió tranquilo pero luego recordó a sus padres y sus hermanos, estaría en problemas cuando regrese.

El erizo mayor bajo a su hija quién aún sonreía

-¿dónde está mamá?

-Preparando la cena. Esta molesta contigo -El mayor se cruzó de brazos mirando a su hija la cual soltó una risa nerviosa.

-sí jeje...¿que tanto?

-¿por que no lo averiguas? -Hablo con voz grave.

La pequeña miró hacía el interior de la casa y luego a su padre, mientras esté solo sonreía

-es broma.

La pequeña soltó un suspiro de alivio

El padre de la pequeña miró al azulado quién los miraba nervioso

-¿y quien es él?

-Él es Sonic, lo encontré en el bosque solo -respondió la rosa sonriente tirando del brazo del mayor

El pequeño miró al mayor

𝐋𝐀 𝐋𝐄𝐘 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora