Ash, una inteligente estudiante de la secundaria de Hawkins, fundadora de un club llamado "the angel's club", un club donde aceptaban principalmente a chicas que compartían los mismos gustos intelectuales, aunque también se reunían a jugar DnD. rápi...
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-Okay, repasemos el plan una vez más por favor.- pidió Nancy.
La caravana se encontraba en el medio del bosque, no muy lejos de la casa de Eddie. La noche había caído y todo estaba listo, sólo faltaba repasar el plan para luego irse.
-Fase uno.- habló Nancy, esperando la respuesta de los demás.
-Nos encontramos con Erica en el parque.- contestó Robin.- Ella le avisará a Max y Lucas cuando estemos listos.
-Fase dos.
-Max distrae a Vecna.- esta vez habló Steve.- Él la perseguirá, lo cual lo pondrá en un trance.
-Fase tres.
-Eddie distrae a los murciélagos.- respondió Ash, sintió como la mano de Eddie le dio palmaditas en el hombro.
-Y cuatro.
-Nos dirigimos a la guarida de Vecna, esperando que no hayan murciélagos y luego..- Robin agitó un poco la botella con combustible que se encontraba en su mano.- Lo quemamos.
-Nadie pasa a la siguiente fase del plan sin que todos lo sepan, nadie se desvía del plan, sin importar lo que pase.- ordenó Nancy.- ¿De acuerdo?- todos estuvieron de acuerdo con ella.
Era hora, todo estaba perfectamente planeado para que, con suerte, el plan funcionara. Liberarían a Max de la maldición y se probaría la inocencia de Eddie. El grupo era silencioso, no se escuchaba más que los pasos de todos combinados, de vez en cuando Robin soltaba alguna cosa que le preocupaba, o Dustin movía su escudo porque le pesaba. Pero oraciones como tal no se escuchaban, los nervios se habían apoderado de sus cuerpos.
Eddie, Ash y Dustin caminaban detrás de Steve, Nancy y Robin, los cuales dirigían el camino, avisándoles a los chicos cuando podían avanzar. Corrieron velozmente el último tramo hacia la casa de Eddie, Steve abrió la puerta, dándole paso a los demás para que lo siguieran.
-Sé cuidadoso.- dijo Dustin refiriéndose a Steve.
-Gracias, amigo.- contestó Steve, dándole un golpecito amistoso en el hombro.- Pues aquí voy.- murmuró entre dientes, comenzando a trepar la cuerda que conectaba ambos lados del portal. Steve siendo el más atlético de todos, cayó de pie en el otro lado, sonriéndoles a los demás cuando aterrizó a salvo.
-¿Quiere un aplauso o qué?- habló Robin, acto seguido giró los ojos al ver como Steve se lucía. Steve tiró en el otro lado el colchón de Eddie, preparándolo para el resto.
