Ash, una inteligente estudiante de la secundaria de Hawkins, fundadora de un club llamado "the angel's club", un club donde aceptaban principalmente a chicas que compartían los mismos gustos intelectuales, aunque también se reunían a jugar DnD. rápi...
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Las únicas horas de sueño que los chicos podían tomar, eran muy pocas, así que al menos de que alguien los despertara, seguirían durmiendo hasta que alguien los interrumpiera.
Ash dormía en uno de los sofás del sótano de los Wheeler, dormía tan placenteramente como si de una cama se tratara. Sin embargo, su poco tiempo de descanso se vio interrumpido una vez más por Eddie.
-Dustin, es Munson, el exiliado, ¿me recibes?- tras varias llamadas a Dustin, las cuales Ash intentaba ignorar, terminó dándose por vencido, finalmente tomando el walkie talkie.
-Munson, es Ash.- contestó la joven, sonaba más cansada que la noche anterior.
-Hugo, otra vez tú.- murmuró sin mostrar mucha emoción.- ¿Serás mi repartidora de comida o algo así?- bromeó el chico, aunque sólo consiguió una "aja" de Ash.
-Espera..- murmuró Ash.
-Sabes, creo que se te va la cabeza con mi reloj.
-No lo decía por eso, te llamo luego, Eddie.
-¡No, no, no!, Hugo, estoy aquí muriendo.
-Eddie, luego iremos, adiós.
-¿Podrías al menos traerme un paquete de cervezas?, sé que no es el mejor momento pero me serviría mucho.
-Adiós.- contestó Ash remarcando sus palabras.
-Hugo, no te atrevas ...- la señal se cortó enseguida porque Ash bajó la antena.
-¡Dustin, despierta!- chilló Ash, encontrándose a Dustin durmiendo pacíficamente en el sillón de al lado.-¡Dustin, se suponía que ibas a cuidar a Max!- volvió a regañarlo una vez que este estuvo despierto.
-Sí, sí, lo siento.- murmuró el chico, tocándose los ojos.
-Vale, entonces ¿dónde está?
-Estaba ahí hace un segundo...- se detuvo al ver que Max ya no estaba.- Mierda.- murmuró.
Nancy se despertó alarmada y su primer instinto, al no ver a Max en el sillón, fue buscarla arriba.- Está arriba.- anunció la chica desde la puerta. Ash y Dustin dejaron salir un suspiro de alivio, y decidieron subir a ver a Max.
-Buenos días, chicos.- saludó Karen, la madre de Mike.- ¿Todo bien?
-Sí, sí todo está bien.- contestó Nancy.
-Me parece fabuloso que estén todos tan unidos.- admitió Karen.
-Podrían quedarse unidos en otra casa.- murmuró el padre de Mike. Ganándose una mirada de Karen.
