Supervivencia II

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EQUIPO CUERVO

Capítulo 3: Supervivencia II

Por Okashira Janet

Día Cinco.

Naruto realmente estaba divirtiéndose en aquella misión de supervivencia, aunque suponía que aquello no era lo que debía sentir en realidad —no si le prestaba atención a la cara de cementerio de Sasuke que prácticamente estaba perdiendo su alma por el trasero—. ¡Pero es que nunca había estado tanto tiempo con otras personas!, en la academia a veces Shikamaru, Chouji y Kiba jugaban con él, pero solo un par de horas porque luego sus padres iban a recogerlos. En cambio Sasuke y Hinata estaban con él todo el tiempo, ¡era como tener una familia!, bueno, Naruto no estaba muy seguro de cómo funcionaba una familia, a veces había podido ver a una familia cenando por la ventana de alguna casa y en el parque a veces veía a los padres con sus hijos, pero suponía que el sentimiento era algo parecido.

Naruto tampoco había dormido con alguien en el pasado y aunque seguía teniendo miedo a la hora de dormir —siempre había tantos ruidos tenebrosos en el bosque— ya no temblaba como cachorro mojado y si de plano se asustaba con algún ruido siempre podía hacerse un ovillo junto a Hinata (junto a Sasuke no porque lo aventaba diciendo que estaba sudado).

Aun no entendía muy bien qué significaba todo eso del equipo Cuervo, pero personalmente parecía un cambio muy agradable a su vida, hubiera sigo genial que pudieran vivir más tiempo ahí, donde no había aldeanos que lo increparan o gente que lo mirara feo al pasar y le diera la espalda. Sasuke y Hinata no le habían dicho, ni una sola vez, que su presencia era desagradable y si Itachi Taichou no volviera nunca y ellos se quedaran ahí para siempre, ¡eso sería genial!, aunque si hacían eso no podría cumplir su sueño de ser Hokage ni Sasuke se volvería policía de Konoha... Naruto soltó un suspiro, no se podía tener todo en la vida.

Brincando en un solo pie siguió su camino sin poner mucha atención a su alrededor, Sasuke estaba muy débil para seguir haciendo su técnica de la bola de fuego, ¡esa cosa era genial!, pero si Sasuke no podía hacerla ahora él era el encargado de que el fuego no se apagara así que lo habían mandado a buscar hojas secas y madera. Naruto también había encontrado unos hongos pero Sasuke había dicho que no sabían si eran venenosos y no podían arriesgarse.

Sasuke le había dicho que pusiera mucha atención en no salirse de los límites del mapa que le había dado Itachi Taichou, pero sinceramente era incapaz de leer un mapa así que había decidido que su límite para alejarse del campamento serían cien pasos, ¿cuántos llevaba?, ¿ochenta y tres?, Naruto miró hacia atrás con recelo, si no mal recordaba llevaba 79 hace treinta pasos cuando se había detenido a columpiarse de una rama.

Si hubiera llevado su spray reflejante hubiera podido dejar marcas por los troncos donde iba pasando, pero Itachi Taichou lo había sacado de su casa sin darle tiempo de agarrar nada.

Naruto volvió nuevamente la vista atrás preguntándose si debía volver. Como nunca había hecho caso a sus instintos más básicos de supervivencia siguió correteando buscando hojas secas, eso hasta que descubrió que el río estaba corriendo con inusual fuerza, por un momento se lo quedó viendo con curiosidad y estuvo a punto de meter el pie para ver si el agua estaba fría, pero luego alzó la vista y vio algo espantoso, unas piedras se alzaban en medio del río y podía ser su imaginación pero desde donde estaba podía ver claramente que formaban una calavera.

Sintiendo que todo el vello de los brazos se le erizaba Naruto dio media vuelta y echó a correr. Corrió tan fuerte que empezó a sentir que se le hacían fuego los pulmones y entonces una rama lo agarró del pie y lo arrastró por el suelo, Naruto no podía equivocarse, sabía cuándo tropezaba y cuándo algo lo apresaba y tiraba de él y aquella rama estaba haciendo lo segundo.

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