Pronto dejo de escuchar mi nombre, y tras unos segundos de silencio la escucho gritar. No soy capaz de entender lo que está diciendo, pero estoy muy preocupada por ella. Espero que siga a salvo.
La persona que me acaba de intentar estrangular rebuscar por los cajones de la cocina con muy poco cuidado.
Intento mantenerme inmóvil, lo máximo que puedo, pero siento la necesidad de mirar lo que hace.
Abro lentamente uno de mis ojos, pero en el peor momento posible. Justo cuando consigo empezar a ver algo, me doy cuenta de que me está mirando, asegurándose de que estoy inconsciente y de que no me he despertado por causa del traqueteo.
Siento mi corazón saltarse un latido. Dejo ir un grito ahogado y rápidamente me levanto. Me dirijo hacia la puerta mientras aún no ha tenido tiempo de reaccionar. Por suerte, no he cerrado la puerta con llave al entrar. La cierro rápidamente y, con todo mi peso y fuerza, contengo a la persona dentro de mi casa para que no pueda escapar.
Escucho mi nombre, pero ya no sé si lo estoy imaginando o si alguien realmente me está llamando.
-¡Lina! -La voz se aproxima y giro mi cabeza para ver el origen.
-Annie -No tengo fuerza, no me sale la voz, no puedo hablar -Hay alguien dentro de mi casa -Susurro casi llorando.
-¿Te ha hecho daño? -Pregunta preocupada.
-Me ha intentado estrangular -Le respondo con la voz afónica -¿Quién es él? -Me fijo en que hay un hombre de pie justo en frente de mi casa, a unos metros de nosotras, mirándonos.
-No le hagas mucho caso, es mi padre. Quiere llevarme con él a la casa en la que me maltrató durante cuatro años.
No sé que responderle. Estoy muy confusa y aturdida.
Me desconcentro un segundo, dándole ventaja a la persona al otro lado de la puerta. Aprieta un poco y consigue abrir la puerta, lo justo para sacar la cabeza, pero no tarda mucho en salirle el tiro por la culata. Ahora somos dos personas contra una. El padre de Annie empieza a correr hacia nuestra dirección y me coge del pelo. Tira de él, causando que me caiga y golpee cabeza y espalda contra el suelo. Mi cabeza nunca ha recibido tantos golpes como hoy, siento que me va a estallar la cabeza del dolor. Pero si una cosa me ha enseñado estar en una relación abusiva, es tener que desarrollar unos reflejos magníficos.
Segundos más tarde, escucho sus pessdas botas al lado de mi cabeza. No le doy tiempo de ejecutar lo que quería hacer, ya que le agarro del pie y lo desequilibro. Se cae al suelo, dando un golpe fuerte con su cara que hace que me estremezca al oír su nariz crujir.
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Creeping to you
Mystery / ThrillerAnika siempre ha tenido un mal presentimiento del pueblo en el que vive aunque durante muchos años no haya pasado nada sospechoso. De repente, un día como todos se da cuenta de que una joven de su edad se ha mudado a la casa de en frente, la antigua...