16 - Lina

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Me pregunto si habrán saltado los plomos. El problema es que no sé donde se encuentra el cuadro eléctrico. Tampoco sé si hay uno en esta casa. Nunca me lo enseñaron ni lo he visto.
Des de luego algo tengo claro, y es que no hay electricidad. No puede ser una coincidencia. Solo me queda una opción, cruzar la casa a oscuras.
Mi cuerpo entero está temblando. Bajo las escaleras con mucho cuidado, intentando no perder el balance.
Por fin llego a la planta de abajo, puedo ver el móvil des de aquí. Está encima de la encimera, delante de la ventana de la cocina, iluminado por la luz de la luna llena. Sin hacer mucho ruido, ando lo más rápido que puedo hacia él solo para darme cuenta de que está totalmente descargado. La tranquilidad que sentía al haber conseguido llegar a mi móvil pronto se desvanece y se convierte en terror al sentir una respiración caliente detrás de mi cuello, causando un gran escalofrío que desciende por mi médula espinal. Hay alguien detrás de mi. Estoy segura.
Antes de poder gritar, siento su mano agarrarme del cuello y golpear mi cabeza contra la pared. Me siento aturdida durante unos segundo y abrumada por el punzante dolor por el impacto. La luz de la luna nos ilumina, facilitando mi visión borrosa. Lo estoy viendo directamente a los ojos. No lo conozco. No se quien es.
-¿Vas a hacer mucho ruido? -Me pregunta con la cabeza ladeada.
Mi cuerpo entra en modo supervivencia. En un intento de salir corriendo, lo empujo para darme espacio.
-Eso ha sido una mala idea -Me dice calmado mientras sigue sujetando mi cuello. Está sonriendo, como si estuviera disfrutando.
Con sus dos manos rodea mi cuello y aprieta. Aprieta mucho. Mis pies pierden contacto con el suelo. Siento como si estuviera exprimiendo la sangre de mi cabeza, pero a la vez siento como si me fuera a estallar. No puedo respirar. Mi tráquea ha quedado totalmente cerrada. No toco el suelo. Intento defenderme. Le clavo las uñas en las manos, pero no tengo la fuerza suficiente como para causarle algún daño. Voy directa a sus ojos. Intento sacárselos con los pulgares. Se me está agotando la energía. Se me quieren salir los ojos a presión de la cabeza. El cuerpo se me está relajando entero. Me siento ligera. Dejo todo mi peso sobre sus dos manos. Mi cuerpo golpea el suelo, mi cabeza vuelve a recibir un fuerte impacto. Me ha soltado. Se piensa que estoy inconsciente. Oigo el timbre de la puerta. Suena una, dos, tres, cuatro, cinco veces. Luego para, ya no escucho nada. Unos gritos rompen el silencio. Alguien está gritando mi nombre. Es Annie.

Creeping to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora