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ALANA

Los exámenes habían sido devastadores.

¿Quién diría que estudiar medicina daría tanto trabajo? Siempre había sido buena memorizando cosas, y biología era una de mis materias favoritas. Pero las preguntas en el examen eran tan especificas, que en realidad no estaba muy segura de haberlas respondido correctamente.

La carrera comenzaba a ser cuesta arriba, y eso estaba asustandome.

Sin embargo, podía cerrar mis libros por unos días, y concentrarme en mi cita de esta noche.

Seth y yo habíamos regresado, y él no había perdido el tiempo en invitarme a su casa. Dijo que tenía una sorpresa, pero en realidad dudaba que fuese algo más que él sin ropa interior.

No me quejaba de eso.

Las cosas entre nosotros marchaban bien, o al menos eso parecía. Él estaba trabajando en un supermercado muchas horas, y yo me la pasaba encerrada en mi residencia intentando adquirir conocimientos para aprobar. Tampoco habíamos tenido demasiada vida en pareja como para determinar como era nuestra relación ahora.

Luego de terminar con alguien tantas veces, y regresar constantemente, cualquiera diría que existiría cierta resistencia por parte de alguno. Pero no era así con nosotros.

Volvíamos el uno al otro, y esperaba que esta en verdad fuese la definitiva.

— ¿Qué opinas de esto?— pregunto alzando una blusa negra ajustada.

Maya levanta la vista de su computador y sonríe:— Definitivamente es sexy.

— Pero, ¿Sexy elegante, o sexy casual?— me miro en el espejo.

— Mas como: "Ven aquí y quítame la blusa".— responde Maya y se toca el cuerpo fingiendo ser sensual.— ¿Entiendes?

Me río:— Creo que si, y... no me la voy a poner.

— No seas aburrida, Ali.— se queja cerrando su laptop de un golpe.— Hace más de una semana que no lo ves: ponte algo que resalte.

— Eres una mala influencia.— bromeo riendo.

— ¡Quiero que tengas sexo!— exclama en respuesta.— Lo mereces luego de esta semana tan estresante.

Frunzo el ceño:— No fue tan estresante.

— Literalmente grabaste tus apuntes en vos alta, y oías tus propias grabaciones cuando te duchabas, y antes de ir a dormir.— me mira mal.

— Bueno, quizás exageré un poco.— admito avergonzada.

— Tranquila, yo también tuve mis propios problemas.— me tranquiliza.— Y ahora, tu tienes una cita con tu sexy novio, que te hará olvidar todo.

— En realidad, creo que el punto de estudiar es no olvidarlo luego.— bromeo.

Hace una mueca:— Que graciosa.

Al final, me decido por la blusa que pedía que me la quitaran. Supongo que podía verme bien, aunque Seth conociera de memoria lo que había debajo.

Me despido de Maia, que me dedica algunos silbidos y comentarios subidos de tono, y bajo las escaleras al estacionamiento. Estaba anocheciendo, y yo no salía sola a esta hora; al menos no luego de lo ocurrido aquella noche. Pero sinceramente, estar con Seth me hacía sentir más segura.

Me subo a su camioneta con rapidez, y me recibe un Seth aún vestido con el uniforme azul del supermercado. No puedo evitar sonreír al verlo con la gorra: lucía realmente lindo. A pesar de los tatuajes, y su cara de pocos amigos, se veía tierno.

Dime Que Me Amas (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora