ALANA
Había mirado la pantalla de mi móvil cinco veces en los últimos cinco minutos, pero esta seguía en negro. Eran las tres de la tarde, y aún seguía esperando su llamada sobre la prueba de ADN.
Y no es que me preocupara el resultado, mis sentimientos y mi forma de verlo no cambiarían por un código genético, pero si me preocupaba como podía llegar a tomárselo él. Quizás no cambiaría el hecho de que Dominic es su padre, pero existiría otra persona en el mundo que en verdad si lo era.
Conociendo a Seth, y su gran historial de indagar en los misterios, lo más probable es que vaya directamente corriendo allí.
Siento un enorme pinchazo en el trasero y lanzo un chillido.
— ¡Perdona!— exclama Taylor mirándome en cuclillas.
Alzo una ceja:— Es la tercera vez, y esta vez la excusa de que me he movido no funcionará.
Me había ofrecido hace como un mes a ayudarla a Tay con un examen final de indumentaria, para el cual tenía que hacer un vestido. Sin embargo, habíamos estado así por más de dos horas porque, por algún motivo, había tomado mal todas las medidas.
— Lo siento, manejar alfileres en tan poca tela es... muy complicado.— se defiende.
— ¿Falta mucho?
Suspira y se levanta del suelo:— Muy bien, necesito un descanso.
Me quedo inmóvil en el medio de mi habitación con el vestido puesto a medias, y ella va hacia su mochila y saca sus cuadernos. Me cruzo de brazos algo molesta, pues yo debería estar estudiando, y prometió que tan solo sería media hora.
— ¿Qué haces?— pregunto ladeando mi cabeza hacia un lado.
Ella responde sin mirarme:— Quitándome algunas dudas.
Puesto a que mi cabeza es lo único que consigo mover sin clavarme algo filoso en partes de mi cuerpo, me limito a reclinarla hacia atrás y bufar.
— ¿Qué es lo que pasa?— vuelvo a preguntar.
— Bueno... digamos que tomé mal las medidas.— me explica y cierra el cuaderno.
Abro mis ojos como platos:— ¿Todas ellas?
Taylor me mira desde lejos, como analizándome y luego hace una mueca.
— Si, todas ellas.
Antes de que pueda soltar mi enfado, la puerta se abre, y Mia entra en la habitación. Al igual que siempre, está muy despeinada, y lleva una remera de algún grupo de música que está claro no conozco. Cuando nuestras miradas conectan, frunce el ceño.
— ¿Debería preguntar?— dice alarmada.
Estoy semidesnuda, con un vestido mal hecho, con mas de veinte alfileres por todas partes, posicionados como trampas mortales de dolor. Estaba mas que claro que no debía acotar nada.
Taylor la mira y alza sus brazos:— ¡Mi ángel!
Corre hacia ella y la abraza. Mia me mira sorprendida, y le devuelve el abrazo algo confundida por la situación.
— Te voy a quitar todo, Mia será mi nueva modelo.— dice Tay soltando rápidamente a mi compañera de cuarto y corriendo hacia mi.
Ella alza sus cejas:— ¿Qué yo voy a hacer que?
— Tus medidas son más pequeñas, así que no tengo que comprar mas tela.— explica Tay y comienza a quitar los alfileres.
Suspiro:— Creo que deberías preguntarle a Mia que opina al respecto.
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Dime Que Me Amas (3)
General FictionTodo parece ir cuesta abajo. Desde lo sucedido aquella noche, Alana no puede dejar de pensar que alguien se oculta entre la sombras para hacerle daño. Mas mentiras salen a la luz, y el amor entre Seth y Ali es puesto a prueba una última vez. Para se...