Buscar un suplente

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A la hora de almuerzo Emma fue hacía la cafetería, no tenía mucha hambre así que tomó una manzana y una botella de agua, iba a dirigirse hacía afuera a comer la manzana cuando se encontró con dos de sus amigos, con los que casi a muerto más de una...

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A la hora de almuerzo Emma fue hacía la cafetería, no tenía mucha hambre así que tomó una manzana y una botella de agua, iba a dirigirse hacía afuera a comer la manzana cuando se encontró con dos de sus amigos, con los que casi a muerto más de una vez.

-Hola Emma ¿Como estás? -La saludó Dustin alegre.

-Hola Dustin, hola Mike. -Sonrió ella. -Estoy bien ¿Ustedes qué tal?

-Bien. -Mike le sonrió.

Emma miró las camisas de sus amigos.

-¿Hellfire club? -Enarcó ella una ceja.

Ambos afirmaron entusiasmados.

-Jugamos calabozos y dragones. -Le explicó Dustin.

Emma entendió de inmediato, el juego del que siempre hablan. No sabía nada sobre eso pero siempre se tomaba el tiempo de escucharlos hablar sobre eso.

-Hoy tenemos un gran juego por si quieres venir.

-No creo que Munson deje que vaya alguien que no esté en el club. -Emma miró de reojo a Eddie Munson.

Quien se encontraba en una mesa de la cafetería hablando con otro chicos.

-Bueno si es que resolvemos el problema. -Dijo Mike algo molesto.

-¿Qué ocurre? -Preguntó ella curiosa.

-Lucas. -Respondió Dustin en un suspiro.

Ella los miró animándolos a continuar.

-Hoy es el campeonato de baloncesto de la secundaria y se supone que Lucas jugaría con nosotros, y ahora nos pide que le digamos a Eddie que cambiemos el juego para otro día. -Explicó Mike.

-Suerte con eso chicos. -Les sonrió Emma con un poco de lástima.

Conocía a Eddie Munson de toda la vida, solo que nunca habían sido cercanos. No le desagradaba para nada; solo que nunca había sido relevante para su vida. Hasta ese año que se convirtió en amigo de sus pequeños amigos.
Ambos le sonrieron y se despidieron.
Al final Emma encontró un lugar en alguna mesa, de hecho cerca de donde estaban Eddie y sus amigos,  y se sentó, saco un libro que traía en su mochila para pasar el rato mientras comía su manzana.

-¿Por qué venimos aquí? -Preguntó Emma de mala gana.

Los mosquitos empezaron a picarla.
Billy le dijo que lo siguiera en la hora de almuerzo, adentrándose un poco en el bosque.

-Ya veras. -Dijo él mientras caminaba delante de ella.

Emma solo lo seguía.
Hasta que llegaron a un lugar más abierto donde había una mesa en medio de los árboles.
Billy se sentó.

-Ta ra. -Dijo entusiasmado.

Ella lo miró seria, pero segundos después rió por la expresión de él.

La maldición de Vecna (¿Eddie Munson o Steve Harrington?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora