Capitulo 3

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4 días después

Con Sesshomaru

-Y bien madre, ya estoy aquí ¿qué era eso tan importante que tenías que decirme y que no podía ser dicho por teléfono? - preguntó con poco interés el platinado.

-Tú no cambias, Sesshomaru. - Dijo la elegante mujer levantándose de su escritorio para encaminarse fuera de la oficina. Sesshomaru simplemente la imitó. - Te mandé llamar porque necesito hablar muy seriamente contigo. - Hablaba mientras caminaba por los pasillos de su agencia de modelaje sin voltear a verlo. - ¿Qué es lo que estás haciendo de tu vida, Sesshomaru? Me preocupas, dejaste la UFC, el trabajo que llevas con tu padre como ingeniero en sistemas más que trabajo me parece un hobbie, ni siquiera asistes a la empresa, todo lo haces desde tu habitación y para colmo ¡vives con tu padre y su familia! - exclamó en tono de indignación. - Tienes 24 años, Sesshomaru, ningún hijo mío será un haragán, así que te exijo...

-Tú no estas en posición de exigirme nada desde el momento en que permitiste que mi padre me arrastrara con él a este continente. - interrumpió con tono enérgico, su madre frunció el ceño por su altanería. - Y serás mi madre pero no por eso te voy a permitir insultarme.

-¿A caso he mentido? - respondió con una mueca de triunfo.

-Lo haz hecho. - respondió estrechando los ojos. Su madre suspiró y ablandó el gesto.

-Bien, déjame entonces darte un consejo, no permitas que tu vida se te vaya de las manos, tienes la edad suficiente para independizarte. Salir de tu zona de confort es lo que te ha costado desde niño y es por eso tu reclamo al salir de Tokio. - Sesshomaru sabía en el fondo que su madre tenía razón, se sentía cómodo en la casa de su padre porque sabían respetar su espacio, si quería compañía la tendría a la hora de tomar cualquier alimento. Una familia a final de cuentas. Pero sus estudios habían terminado, tenía la intención de dedicar su vida a las artes marciales pero sus planes habían cambiado con la aparición de su añorada pelinegra. Quizás por esta ocasión le daría la razón a su madre.

-De acuerdo, buscaré un departamento.- contestó resignado.

-No es necesario, ya lo tengo. - sonrió de lado y le entregó unas llaves. Sesshomaru contuvo las ganas de rodar los ojos, era obvio que su madre lo tenía todo calculado ¿se le había olvidado con quién estaba tratando? -¿Y sobre el trabajo? ¿No haz pensado en la posibilidad de que te dediques al modelaje? Yo podría hacerte muy rico...

-Ni lo sueñes madre, no podría relacionarme con personas tan vacías como las que trabajan aquí. - Interrumpió antes de que su madre manipulara la situación tal como lo hizo con el departamento.

-¿El insulto era gratis? - preguntó ella divertida.

-La verdad nunca podría ser un insulto. - Respondió el hijo.

-Me sorprendes, Miroku, apenas hace dos días hablé contigo para decirte que aceptaba trabajar contigo y ya estas viendo todo para el nuevo video de mi sencillo. - Sesshomaru abrió grandemente los ojos, esa voz, él podría reconocer esa voz en donde fuera...

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Con Kagome

"Estoy afuera, querida"

Fue el mensaje que llegó al móvil de la pelinegra. Suspiró, tomó su bolso y sus llaves y se dirigió al ascensor. Al salir de su edificio vio un lindo Honda Civic aunque 2017 el color azul lo hacía ver mucho más lujoso que otros carros del año.

Al ver a la azabache acercarse le sonrió coqueto.

-Dejeme decirle que usted siempre se ve guapísima my Lady y hoy no es la excepción. - dijo para saludarla con un cordial beso en la mejilla antes de abrir la puerta del coche para acceso de la joven.

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