Capítulo 13

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Pov. Kagome

Cuando salí de Tokyo hace un par de años, creí que todas las etapas hermosas de mi vida sucederían en cualquier otro continente y heme aquí, sonriendo completamente enamorada del hombre que viaja junto a mí tomando mi mano como si fuera una niña después de haber poseído mi cuerpo como un animal el celo en la noche y por la mañana como si fuera una delicada flor temiendo dañar sus pétalos.

Vamos a visitar a mis padres, junto a Sango y Bankotsu. Hoy he notado a mi prima un poco extraña, cuando no la veo siento sus ojos clavados en mí pero si yo lo hago no me sostiene la mirada y sus mejillas han permanecido sonrojadas todo el camino.

-¿Estás bien Sango? - No pude evitar la pregunta por más tiempo.

-¿Yo? - preguntó algo nerviosa. - Sí, por supuesto ¿y tú Kagome? - por fin me miró a los ojos. - ¿Te sientes bien?

-Perfectamente. - suspiré y miré a mi hombre, si no fuera por las pastillas que Sesshomaru me dio probablemente no hubiera podido levantarme en todo el día, aún me duele el cuerpo pero es tolerable y no me arrepiento de absolutamente nada. Sesshomaru me dio un beso en la frente y me abrazó. Podría permanecer en sus brazos toda una vida y sería igual de feliz que en este momento.

-Ya llegamos, pequeña. - me dijo Bankotsu. - ¿Estás listo para conocer a tus suegros? - preguntó esta vez a Sesshomaru y él solamente sonrió.

Bajamos del carro y veo las escaleras del templo de la familia, tantos recuerdos hay en este lugar que no puedo evitar sentir algo de nostalgia. Caminamos hacia arriba, en dónde está el que fue mi hogar.

-Kagome, cariño. Que alegría tenerte en casa. - dijo mi madre que nos esperaba en la puerta junto a mi papá. Me abrazó y yo correspondí.

-Te extrañé. - le dije quedito, si mi madre supiera cuánto me hizo falta estos dos años por sus estúpidas ideas de no dejar el templo.

-Nosotros también a ti, cariño. - me soltó y fue el turno de papá para abrazarme.

-Vamos a casa, preparamos té. - dijo mi padre.

-Hola tíos. - Saludó Sango a mis padres.

-Hola Sanguito, que gusto verte a ti también. Han crecido mucho mis niñas. - expresó mi madre feliz y Bankotsu se acercó a mi padre.

-Gracias por estar con ellas, muchacho. - dijo mi papá dándole una palmada en la espalda a mi primo.

Fue en ese momento que me di cuenta que estaba siendo muy grosera, Sesshomaru estaba parado en silencio detrás de mí

-Mamá, papá. - tomé a mi novio de la mano. - Él es Sesshomaru.

-Oh! Mucho gusto joven, Bankotsu nos habló sobre lo ocurrido en el bosque y que salvó a nuestra querida hija, se lo agradecemos de corazón. - dijo mi madre rápidamente. - También nos dijo que había sido contratado como su guardaespaldas.

-Le agradecemos por mantener a nuestro tesoro a salvo. - completó mi padre.

-No tiene nada que agradecer, - extendió su mano para estrechar la de mi padre. - yo daría mi vida por la de Kagome sin pensarlo.

Vi en el rostro de mi padre el gesto de confusión por las palabras de mi chico, en cambio yo le sonreí sintiendo mi corazón palpitar desbocado creyendo ciegamente en él.

-Pues muchas gracias joven. Pero aquí es su casa, no hay lugar más seguro para mi hija. No creo que sean necesarios sus servicios por unas horas, debería salir y distraerse un poco por la ciudad. Kagome estará bien. - Completó mi padre prácticamente corriendo a mi novio.

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